La protección de la infancia en situaciones de exclusión es considerada primordial para alcanzar una sociedad igualitaria. Por ello mismo, existen instituciones como Fundación Amigó, que ha creado el proyecto Conviviendo Castellón, a través del que contribuyen a la inclusión social de los niños mediante la prevención y la intervención en sus conflictos familiares.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación La Caixa, entidad que ha decidido impulsar la asociación con una donación de 21.000 euros. Así, gracias a este importe los trabajadores podrán continuar desarrollando soluciones personalizadas para cada uno de los involucrados. 

Las familias del programa suelen tener hijos menores de edad, con graves problemas de convivencia y alto grado de conflictividad. Frente a este panorama, Conviviendo Castellón se presenta como un servicio gratuito de orientación psicosocial y socioeducativa ante el problema de las familias que acuden voluntariamente. 

215 beneficiarios

En la actualidad los beneficiarios directos del programa suman 215 menores y adultos. Cada grupo recibe apoyo específico según su edad, por lo que el proyecto cuenta con tres ámbitos principales sobre los que trabaja. El primero de ellos es la prevención del conflicto intrafamiliar, para todas las edades, con la realización de talleres de prevención dirigidos al alumnado de colegios e IES, profesionales, otras entidades y a padres y madres a través de AMPAs u otras asociaciones.

Otro de los campos es la búsqueda de la sensibilización, donde se trata la problemática social, y no solo personal que supone el conflicto intrafamiliar. Y por último, la intervención directa con familias para lograr la resolución positiva del conflicto, con mediación o bien terapia familiar (de todos los miembros) y diferentes referentes adultos y psicólogos y especialistas en la temática.

Las circunstancias sociales, económicas y culturales de las familias son muy diversas, por lo que los atendidos presentan una gran variabilidad en cuanto al tipo y grado de exclusión. Por ello, hay adolescentes que se encuentran en situación de riesgo, y al mismo tiempo, otros cuyos conflictos no suponen un riesgo para su situación social.