El secretario general del PP, Mariano Rajoy; el presidente del PP en la Comunidad Valenciana y portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana; y el presidente de la Generalitat y secretario general del PP en la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, se reunieron el viernes en Madrid en una sesión calificada como "informal" por fuentes de los tres políticos.

La reunión se celebraba después de las sucesivas declaraciones políticas ocurridas durante las pasadas semanas, en las que se insistía en la existencia de una bicefalia en la dirección del PP, que deterioraba las tareas de gobierno y del partido. El propio Carlos Fabra llegó a manifestarse en Valencia sobre la inconveniencia de esa bicefalia.

Según ha podido saber Mediterráneo, tanto Zaplana como Camps hablaron previamente con Rajoy y, posteriormente, coincidieron en una comida, en la que se pasó revista a los últimos acontecimientos ocurridos en la Comunidad Valenciana. La demanda de Rajoy fue que todo transcurra según los planes previstos, con "sentido común".

En las últimas semanas, se planteó en medios de Valencia la duda de que Zaplana no podría ser diputado y al mismo tiempo presidente del partido. De unas declaraciones posteriores del conseller Blasco se deducía que el presidente del partido debería ser Camps.

Tras una cruce de intervenciones del presidente del PP en Valencia, Serafín Castellano; el presidente del PP en Alicante, José Joaquín Ripoll; y Carlos Fabra, unos a favor de la continuidad de Zaplana y otros del cambio por Camps, el propio ministro de Trabajo declaró a Mediterráneo: "Algunos de los nuestros se habían precipitado en las declaraciones. Todos los procesos de cambio deberían hacerse cuando conviniera al partido y fueran útiles".

En el homenaje del Club Manuel Broseta a Eduardo Zaplana, se escenificó un escenario de completo acuerdo entre Zaplana y Camps. Aunque dos días después, cuando la celebración de la designación de Valencia como sede de la Copa América, fue notable la ausencia de Zaplana.

Según ha podido saber Mediterráneo, el PP mantiene el calendario político previsto desde hace meses hasta esperar el resultado de las elecciones legislativas a celebrar en marzo. En el caso de que ganara el PP, Zaplana ocuparía un cargo importante en el gobierno de Rajoy y, en septiembre del 2004, se celebraría un congreso en el que, presumiblemente, Camps sería elegido presidente del partido en la Comunidad.

Aunque, las mismas fuentes mantienen que las dificultades están en armonizar el gobierno a cargo del Camps con la presidencia del partido a cargo de Zaplana hasta la celebración de las elecciones. Figura importante en este escenario es la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Los cargos políticos más cercanos a uno u otro dirigente han recibido instrucciones de ser más reservados en sus declaraciones y aplicar el "sentido común" que pide Rajoy.

En la reunión de Madrid se plantearon también algunas cuestiones relativas al gobierno de la Comunidad Valenciana.