La portavoz del Gobierno valenciano, Paula Sánchez de León, sostuvo ayer que el caso Brugal, en el que aparecen relacionados varios miembros del Consell y dirigentes del PP de la Comunitat, es “un montaje” que responde a intereses partidistas y que solo busca generar “confusión”.

Sánchez de León hizo estas declaraciones en la rueda de prensa posterior al pleno del Ejecutivo regional, donde fue preguntada por las conversaciones publicadas esta semana entre el empresario Enrique Ortiz, imputado por el Brugal, y familiares del conseller Juan Cotino y el exconseller Fernando de Rosa. La portavoz del Consell, quien también fue abordada por las conversaciones entre el titular de Infraestructuras y Transporte, Mario Flores, y Ortiz, sostuvo que “no hay que explicar una conversación privada”, pero sí el “incremento del patrimonio” del presidente del Congreso de los Diputados, José Bono.

“Confío absoluta y totalmente en la honorabilidad e integridad de estas tres personas”, afirmó, al tiempo que hizo extensible este apoyo al presidente de la Diputación alicantina, José Joaquín Ripoll, a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y al exalcalde de esta ciudad Luis Díaz Alperi, vinculadas también con la trama.

Al respecto, De León aseguró que mientras no haya una resolución judicial respaldarán a “todos y cada uno” de sus responsables políticos, ya que “lo único que hay respecto a ellos es que han pasado a ser protagonistas, principales y secundarios” de lo que ha definido como una “comedia o tragicomedia”. Preguntada sobre si le sorprendía la aparición de estas personas en las grabaciones, apuntó que si se enmarcan “en este escenario” de “manipulación”, no; y, convencida, pronosticó: “Seguiremos apareciendo todos los que pasábamos por allí en algún momento”.

Por su parte, el delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, celebró que haya fuerzas políticas que asuman responsabilidades, en alusión a la dimisión del portavoz socialista en el Ayuntamiento de Alicante, Roque Moreno. H