Las exconselleras de Turismo Milagrosa Martínez y Angélica Such, acusadas en el caso Gürtel, negaron ayer haber recibido regalos de la trama empresarial y haber mantenido más vínculos que los profesionales con las firmas de la red y sus responsables.

Ambas declararon en el juicio que se sigue en el Tribunal Superior de Justicia valenciano (TSJCV) por la pieza separada del Gürtel sobre posibles irregularidades en los contratos de la Generalitat con la trama para montar el estand de Fitur del 2005 al 2009.

A preguntas de su letrado, Martínez, consellera del 2004 al 2007, dijo que los relojes con los que aparece fotografiada en pruebas del Gürtel son falsos, y en ningún caso tiene el Hublot que supuestamente le regaló el responsable de Orange Market, Álvaro Pérez el Bigotes, y que consta en listados incautados a las empresas de la red. Martínez, para quien la fiscal reclama 11 años de prisión por tráfico de influencias, cohecho y prevaricación, reconoció que se reunió con Pérez una vez adjudicado Fitur 2005. Alegó que lo solía hacer con otros contratistas. “Era un sistema mío de trabajo, decirle lo que suponía para nosotros ese contrato; lo hice así tanto en Fitur como en el de la construcción del CdT u otros”, dijo.

También, Angélica Such, consellera de Turismo entre el 2007 y el 2009, negó recibir regalos. Such, para quien la Fiscalía pide 9 años de inhabilitación, dijo que supo de Orange Market “al firmar la primera adjudicación” para Fitur 2008. Negó una cita con Pérez en septiembre del 2007, como consta en la agenda de Conselleria, y dijo que le conoció en Fitur 2008. Sobre una conversación telefónica en la que Pérez habla a otro de Gürtel de su intención de comprar un bolso “a la consejera”, se defendió. “No puedo evitar que mi nombre esté en boca de otros; no he recibido nada”, indicó. H