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Política

El PP valenciano evita cerrar la puerta a la ultraderecha tras el resultado del 13F en Castilla y León

Catalá defiende el derecho de su formación «a no excluir a ningún partido»

La síndica del PP, María José Catalá.

Castilla y León está lejos, pero no tanto. Hay diferencias sociales, económicas y territoriales respecto a la Comunitat Valenciana, pero si el aleteo de una mariposa puede provocar un huracán en la otra parte del mundo, ¿cómo no sacar conclusiones en clave valenciana del 13F? Los partidos hicieron ayer su propia lectura, un análisis que va desde la preocupación por el avance de la extrema derecha por parte de la izquierda hasta la asunción de que Vox puede ser el nuevo socio del PPCV. Los populares valencianos llevan tiempo tratando de blanquear a la ultraderecha, conscientes de que pueden ser su pasaporte al Palau de la Generalitat. Y lo ocurrido en Castilla y León es un espejo dónde mirarse. 

De ahí que, ayer, al ser preguntada, la síndica popular en las Corts y número dos del PPCV, María José Catalá, no cerrara la puerta a esta opción: «Todos los partidos merecen ser escuchados y no hay que excluir a nadie si nos autoproclamamos demócratas», dijo, aunque, no obstante, intentó de forma reiterada esquivar las preguntas sobre posibles pactos con la ultraderecha. 

Destacó que el PP ha sacado el mejor resultado que toda la izquierda junta, lo que, en su opinión, es un mensaje a Pedro Sánchez. «Las perdió en Madrid, las ha perdido en Castilla y León y las perderá en Andalucía», vaticinó. «Hablaremos con todos, porque no hay que excluir del diálogo a nadie», indicó. En todo caso, matizó, respecto a un posible pacto con Vox, que «cosas más raras se han visto» y aludió a que Sánchez negocia con «los herederos de etarras. «Lecciones al PP, ninguna», sostuvo. Desde Vox, su síndica, Ana Vega, defendió el derecho y el deber de entrar en el gobierno de Castilla y León con el PP. 

Para la izquierda, este panorama sería perjudicial. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, admitió que «no es bueno para la democracia» el peso que ha ganado la extrema derecha y recordó que están en contra del Estado autonómico. «Es lamentable que la oposición política de la derecha esté liderada ideológicamente por la extrema derecha», dijo. Y advirtió que no era bueno ni para la estabilidad, ni para la recuperación económica ni para la convivencia». 

Pedagogía política

El síndic del PSPV, Manolo Mata, llamó a hacer «pedagogía política» ante el auge de Vox, que «arrastra al PP a ciertas posiciones». «Los valencianos tendrán en 2023 otro gobierno del Botànic o el terror. El objetivo es claro: Vox quiere cargarse al PP y luego a la democracia, por ese orden», añadió. Y por ello, el Botànic debe resistir. 

La síndica de Compromís, Papi Robles, auguró que el tripartito saldrá reforzado en 2023, aunque pidió no alentar a «fuerzas que quieren recortar derechos y fomentar el odio». La portavoz de UP, Pilar Lima, reconoció el mal resultado en «un territorio muy difícil» para su partido, pero subrayó que «el PP ha fracasado en su intento de gobernar en solitario». «Su destino está indisolublemente unido a Vox, a la extrema derecha», avisó. 

De la oposición, la síndica de Cs, Ruth Merino tachó de error adelantar las elecciones y admitió que no eran buenos resultados, aunque el PP «ni ha conseguido ni la mayoría absoluta ni «hacer desaparecer a Ciudadanos».

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