Análisis | Consenso en Madrid: Más PSOE y menos PSPV

Diana Morant tiene ahora la responsabilidad de hacer una ejecutiva que contente a todos 

Imagen de los tres precandidatos a la secretaría general del PSPV-PSOE.

Imagen de los tres precandidatos a la secretaría general del PSPV-PSOE. / EUROPA PRESS

Javier Abad

Javier Abad

La ministra Diana Morant será la primera mujer que lidere el PSPV-PSOE y la primera mujer socialista candidata a la Generalitat. Es lo acordado en la negociación a cuatro bandas que se ha llevado a cabo en Madrid. Y digo a cuatro bandas porque, además de Morant y los otros dos ya exprecandidatos Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa, ha intervenido también Santos Cerdán, el número dos del PSOE de Pedro Sánchez

Cerdán, que se sepa, ni es militante del PSPV ni tiene cargo alguno en su ejecutiva, pero es el que está maniobrando para imponer la voluntad de Sánchez en la federación valenciana. Ya estuvo presente en el comité nacional, donde Ximo Puig anunció su marcha y la convocatoria de un congreso extraordinario. Algo inédito en la larga trayectoria del socialismo valenciano.

Por eso, al PSPV-PSOE habría que quitarle el guión y dejar solo PSOE, al menos es lo que sostienen algunos de los históricos ante la intromisión de Ferraz y la pérdida de autonomía en un proceso congresual que, con las habituales guerras internas, siempre se ha negociado y resuelto aquí sin injerencias de la dirección federal.

Quizá la intervención de Ferraz viene dada por la debilidad de un Gobierno que lidera el PSOE, que no quiere líos internos en el partido. También por estar implicada en el proceso una ministra de ese Gobierno en minoría. 

Bielsa ha justificado su decisión de apartarse en su aspiración de liderar al PSPV porque “el partido necesita la fuerza que da la unión”. Fue precisamente él quien dio el primer paso al solicitar un encuentro a solas con Cerdán, quizá consciente de su debilidad tras la determinación del exministro Ábalos de apoyar a Soler y las fugas de algunos de sus fieles al sector de Morant, a la postre la que más apoyos tenía, sobre todo en Castellón. 

Vista la predisposición de Bielsa, Cerdán llamó a consultas a Soler, diputado que estaba en el Congreso preparando la votación de la ley de Amnistía, para intentar sellar el acuerdo. La negociación con el dirigente alicantino, también por separado, dicen que fue más tensa, pero al final cedió. Para defender su postura ha recurrido a un proverbio africano: “Quien camina solo va más rápido, quien lo hace acompañado llegará más lejos”.

Con la renuncia de ambos, Cerdán convocó a Morant en una reunión a cuatro bandas para sellar el acuerdo con un compromiso de integración de Soler y Bielsa en la candidatura de la ministra.

Resuelto el tema del liderazgo, toca articular cómo será esa integración en el reparto de la ejecutiva. Es responsabilidad de Morant contentar a todos. Y en esas andan. Ahora sí, parece que el organigrama se va a negociar en la Comunitat Valenciana. A modo de adelanto, en Madrid Soler llegó a pedir la secretaría de Organización y el control de la comisión de listas, a lo que Morant se negó sabedora de que su papel de ministra le restará tiempo para dedicarse al partido, de ahí que quiera una persona de su total confianza para asumir el rol de número dos. 

Benicàssim dictará en marzo el futuro del PSPV... PSOE.