La ley sobre la enseñanza del valenciano enciende el debate en las Corts

PP y Vox defienden que su norma "promocionará el valenciano" y dará "libertad" a las familias mientras PSPV y Compromís lamentan que este modelo supone una "segregación" de la lengua

Llopis entrega una camiseta al exconseller Marzà en mitad del pleno.

Llopis entrega una camiseta al exconseller Marzà en mitad del pleno. / JOSÉ CUÉLLAR/CORTS

Diego Aitor San José

Primer punto del día, y primera bronca. En un superpleno con la toma en consideración de las cinco leyes propuestas por PP y Vox, ha sido la bautizada como la de "Libertad educativa", la que modifica el modelo lingüístico en las aulas con el valenciano como protagonista, la que ha abierto la veda. Y lo que para unos, los proponentes, supone un avance en la "libertad" de elección de los padres, una ley para "promocionar" el valenciano"; para la oposición, PSPV y Compromís, es un modelo que "segrega" esta lengua y que es "ideológico".

La enseñanza del valenciano es tema siempre de altos fuegos cuando este aterriza en el pleno. Y la toma en consideración de esta ley de libertad educativa lo ha demostrado. PP y Vox han empezado el trámite con el debate que ha acabado con los habituales reproches de "imposición", de "chantaje" o de "querer eliminar el valenciano" y hasta ha habido tiempo para mostrar camisetas de Wanted a un exconseller de Educación (Vicent Marzà en este caso), ofertas para enseñar valenciano, del diputado de Compromís Gerard Fullana a la bancada de PP y Vox, y peticiones de "educación", así, en general a todos los parlamentarios desde la Presidencia de las Corts.

Pero yendo a los argumentos, el debate ha discurrido por los que hasta ahora habían sonado en las declaraciones, reacciones y comunicados previas. PP y Vox se han repartido su tiempo para la exposición a favor. El encargado de los 'populares' ha sido su síndic adjunto y secretario general, Juanfran Pérez Llorca, quien en un discurso en valenciano, ha explicado que el actual modelo de plurilingüismo del Botànic que ha calificado de "imposición lingüística" ha hecho retroceder el uso del valenciano y que el nuevo servirá para "promocionarlo".

Es la misma defensa que ha hecho posteriormente en los pasillos el conseller de Educación, José Antonio Rovira, quien ha insistido en que las certificaciones de niveles (hasta C1, el mitjà, si se obtiene un 7 de media en valenciano en Bachillerato o en la PAU) serán un estímulo para que en las zonas castellanohablantes cursen y se examinen de esta asignatura. Asimismo, ambos han destacado que se da "libertad a lo spadres para elegir la lengua" y evita que "ninguna de las dos lenguas, ni ninguna persona, ni ninguno de los territorios singulares se sienta discriminado".

"Sectarismo puro y duro"

Sin embargo, las exposiciones de PP y Vox no han convencido ni mucho menos a socialistas y Compromís que han cargado duramente contra la norma. Entre otros aspectos, ambas formaciones han lamentado que la propuesta de populares y voxistas no tiene argumentaciones pedagógicas en su explicación, ni metodología, sino que se trata de "sectarismo puro y duro", según el portavoz socialista José Luis Lorenz, y de "devolver el conflicto educativo", según ha lamentado Fullana, de Compromís.

Así, Lorenz ha lamentado el "perverso lenguaje" que da nombre a la ley y recordó que quien determina el programa educativo en un centro educativo es el Consejo Escolar donde están representadas las familias. "No engañen a los valencianos", ha indicado el socialista al tiempo que ha criticado que Mazón haya "asumido las políticas de la ultraderecha" en Educación mientras que Fullana ha advertido que recurrirán la norma. "La vamos a tumbar en los tribunales", ha sentenciado.