Las residencias de la provincia están libres de coronavirus, tras la vacunación de sus usuarios. Los contagios han caído de forma drástica. Ayer en el balance diario de la Conselleria de Sanitat no se notificó ningún caso ni fallecimiento en estos centros, que son los que peor lo han pasado durante este año de pandemia. De ahí que ahora que residentes y personal están inmunizados se reclame de forma insiste una desescalada para estos centros, tras 12 meses de duras restricciones. Ya hay una propuesta encima de la mesa, que se prevé aprobar en los próximos días, pero no satisface todas las demandas de la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunitat Valenciana (Aerte).

La patronal del sector considera que la propuesta de flexibilización que les trasladó ayer la Conselleria de Sanitat «no avanza lo suficiente» y pide «evitar las restricciones al máximo». A la reunión también asistieron responsables de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, d e quien dependen estos centros.

El presidente de Aerte, José María Toro, explicó que Sanitat les trasladó que va a flexibilizar el protocolo en cuanto a los aislamientos cuando se detecten brotes y cómo afectará al régimen de visitas, salidas y nuevos ingresos los centros si se detectan casos.

Evitar restricciones

Sin embargo, la patronal no está «del todo de acuerdo» ya que considera que «se deberían evitar las restricciones al máximo» dado el nivel de vacunación actual que tienen en los centros. No obstante, Toro aclaró que, al no haber tenido acceso al documento completo, no pueden realizar una valoración del contenido a nivel más global.

Por tanto, el nuevo protocolo favorecerá más las visitas y salidas de los residentes, pero, a priori, no contempla dos de las principales reivindicaciones de Aerte. Por un lado, la necesidad de realizar pruebas periódicas entre los usuarios para conocer el nivel d e anticuerpos dado que todavía no hay constancia científica del tiempo que protege la vacuna.

Por otro lado, está el hecho de que, actualmente, deben tener reservadas, es decir, sin uso alguno, el 10% de las plazas de todos los centros por si es necesario realizar aislamientos. «No podemos seguir con esto, porque si la gente está vacunada y contrae la enfermedad de forma asintomática no deberíamos tener que aislarlos», explicó Toro al respecto.