Es la infraestructura sanitaria más ambiciosa que el Consell prevé desarrollar en la provincia en los próximos años. La reforma y ampliación del servicio de Urgencias del Hospital General de Castelló por fin se ha desbloqueado, después de que las obras, que estaban a punto de empezar, se paralizaran por la pandemia y se volviera a licitar el proyecto para introducir algunas modificaciones. Ahora la Conselleria de Sanitat ha publicado la licitación de la actuación por valor de 4.217.063,17 euros

El plazo de ejecución es de 28 meses, por tanto, la nueva instalación no estará finalizada por completo hasta el 2024. Según fuentes del centro hospitalario, está previsto que el proceso administrativo de presentación y resolución de propuestas pueda completarse a finales del verano, por lo que, como pronto si no sucede ningún imprevisto, los trabajos no arrancarían hasta octubre.

El proyecto incluye la reforma integral del actual servicio de urgencias al completo, así como la remodelación puntual de parte del servicio de farmacia, en las zonas de dispensación de medicamentos, y recepción de pedidos.

Doblará la superficie

Actualmente, las Urgencias disponen de una superficie total de 1.700 metros cuadrados. Tras las obras de ampliación, se verá ampliamente incrementada, de manera que contará con una superficie total de alrededor de 3.000 metros cuadrados, mientras que 350 serán para farmacia.

El área de Urgencias se desarrollará al completo en planta baja, diferenciando la atención de urgencias generales, pediátricas y traumatológicas. Se creará un nuevo acceso principal y de recepción de pacientes y el conjunto de las zonas de observación, que se divide en tres salas (dos de personas adultas y una pediátrica), permitirá una ocupación para la atención simultánea de 59 personas.

Futuras ampliaciones

Por otra parte, el proyecto contempla la versatilidad de los espacios interiores de atención médica, así como la posibilidad de futuras ampliaciones previstas técnicamente en el proyecto. La obra se ejecutará por fases manteniendo en todo momento la actividad asistencial, intentado minimizar su impacto en la prestación asistencial. Además, sobre la mesa está la posibilidad de mantener el hospital de campaña para que pueda realizar tareas de apoyo durante los más de dos años de trabajos.