Castellón experimenta en los últimos días un repunte de la incidencia de coronavirus tras la primera semana de «normalidad mejorada», aunque el impacto dista de ser similar al conocido gracias al elevado porcentaje de vacunación frente al covid, pues la incidencia se centra ahora en las personas sin dosis alguna.
Los datos del balance diario sobre la evolución de la pandemia de la Conselleria de Sanitat fueron los primeros en evidenciar este cambio de tendencia. Ayer, el departamento notificó en la provincia 59 casos, cifra por encima incluso de las contabilizadas en Alicante y Valencia, algo inusual, y que contrasta con los apenas 22 positivos de hace dos semanas.
Por localidades
Ocurre lo mismo con los datos por municipios. La actualización de ayer refleja una subida generalizada de la incidencia en las principales poblaciones del territorio provincial, a excepción de Burriana y Benicarló, si bien el umbral de riesgo medio --hasta 150 casos por 100.000 habitantes-- sigue sin superarse en la gran mayoría de poblaciones de la zona.
Este auge de la transmisión, después de semanas en mínimos, se traduce en un aumento de la presión hospitalaria, ya que por ejemplo las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de Castellón rozaban quedar vacías de pacientes por el virus. El último informe apunta que hay ingresadas 57 personas, de ellas ocho en las UCI.
Desde el Departamento de Salud de Castelló, zona que concentra el mayor auge de la incidencia, fijada en 95,51 casos por 100.000, explican que el 70% de las personas ingresadas no tienen iniciada la vacunación. «Se trata de ciudadanos jóvenes y los casos afectan a toda la familia, ya que igualmente sus convivientes no cuentan con pauta vacunal», explican.
Otro escenario
Expertos como el especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública e investigador del Fisabio, Salvador Peiró, marcan distancias con el devenir de la pandemia conocido al descartar que el repunte, generalizado en la Comunitat Valenciana con 149 nuevos casos ayer, «sea la antesala de una sexta ola como las anteriores por la vacunación».
Peiró comenta que justamente por la alta cobertura del 90% de la población diana para vacunar «entramos en un escenario nuevo en el que hay que seguir aprendiendo de los datos y no guiarse por hipótesis preconcebidas».