El novillero Paco Ramos no pudo superar las deficientes condiciones del ganado de La Plata enviado al coso donostiarra de Llumbe, lugar donde se celebró ayer la segunda clasificatoria del Encuentro Mundial de Novilleros. Las reses, impecablemente presentadas, mostraron una pertinaz mansedumbre a lo largo de toda la lidia. Solamente destacaron del mal tono general las lidiadas en segundo y tercer lugar.

Paco Ramos trató de desplegar todos los conocimientos técnicos que atesora con intención de buscarse un puesto para la final de este certamen, pero chocó con la inoperancia de su lote.

El de Onda obtuvo doble silencio como balance de su actuación. Fernando Cruz saldó su intervención con vuelta por su cuenta y silencio y el peruano Juan Carlos Cubas, al que se pudo ver recientemente en la última novillada celebrada en Onda, ovación y silencio.