El grupo León Benavente irrumpió en el panorama nacional en 2012, con el acertado maridaje de músicos con un recorrido ya contrastado: Abraham Boba (voz y teclados), Eduardo Baos (bajo y sintetizadores), Luis Rodríguez (guitarra) y César Verdú (batería). 

En 2013 y con su primer disco homónimo, que incluía temas que se convirtieron inmediatamente en himnos, como Ser brigada, necesitaron poco tiempo para colocarse en los carteles de los principales festivales y llenar numerosas salas de nuestro país. Ocho años después, el próximo 11 de julio tocarán por primera vez en Peñíscola, gracias al festival Peñíscola From Stage, en un verano atípico que precederá, a corto plazo, al lanzamiento de su próximo trabajo de estudio, más de dos ejercicios después de Vamos a volvernos locos, que data de 2019. 

La pandemia llegó en el mejor momento de forma y de popularidad del grupo, ¿cómo se han adaptado a esta nueva normalidad en los conciertos? ¿Están sacándole el jugo a pesar de toda esta extraña coyuntura?

Ya tuvimos una experiencia bastante similar durante el verano pasado, aunque a día de hoy es cierto que parece que los conciertos de este año serán un poco más parecidos a los de antes de la pandemia. Intentamos jugar con el repertorio para hacer conciertos distintos según el lugar.

Una de las fuerzas de la banda son los directos, ¿su esencia se mantiene en tiempos de pandemia o han notado que se resiente su pegada en vivo?

Seguimos siendo las mismas personas, no veo por qué los conciertos de ahora han de perder su esencia. Simplemente, el contexto en estos momentos es distinto. 

Si algo les caracteriza es su oficio y experiencia. ¿Es esta cualidad una tabla de salvación en este impás tan incierto para la cultura?

A nosotros nos mueve el amor por nuestro oficio y nuestras ganas de seguir creando música y tocándola en directo. Y, sí, muchas veces eso es más que suficiente para seguir adelante a pesar de todas las posibles adversidades. 

¿Cómo se presenta su agenda de bolos para este verano en comparación con 2020? ¿Empieza a repuntar la programación de eventos en todo el país?

En estos momentos ya tenemos bastantes fechas previstas para los meses de julio, agosto y septiembre. Después, nuestra intención es hacer una pausa de unos meses para preparar la nueva gira de cara al próximo año. 

El 11 de julio actuarán en el festival Peñíscola From Stage dentro de la noche indie. ¿Se ajusta este término a su propuesta o se queda un poco corto para músicos de su trayectoria?

Sinceramente, la etiqueta indie dejó de tener sentido hace ya mucho tiempo. No entiendo por qué se sigue utilizando en la actualidad para englobar tantas y tan diferentes propuestas musicales. 

¿Qué pueden adelantar de su actuación en Peñíscola?

Será la primera vez que toquemos en este bellísimo lugar. Eso, de por sí, ya hará que el concierto sea muy especial. 

¿Recuerdan alguna anécdota de alguna de sus actuaciones en la provincia de Castellón?

En último FIB en el que estuvimos, casi volamos junto con el escenario. Al bajar, además de una especie de huracán que se formó, había fuego a las afueras del recinto. Fue bastante apocalíptico todo.

Finalmente ¿qué grupos les llaman más la atención dentro del panorama nacional?

Nos interesan, por ejemplo, María Arnal y Marcel Bagès, Triángulo de Amor Bizarro y Tulsa.