David Otero (Madrid, 1980) será el encargado hoy, miércoles, de inaugurar la edición del 2021 del festival Mar de Sons, que este año se traslada a Benicàssim, con su concierto a las 21.00 horas. El cantante, guitarrista y compositor madrileño, al que acompañará Dani Fernández como telonero, llega para celebrar por todo lo alto sus 20 años en la música y lo hará con un repaso a sus temas más conocidos, desde su etapa en El Canto del Loco hasta la actual con su álbum Otero y yo

Se encuentra inmerso en plena gira tras un año y medio marcado por la pandemia, ¿con ganas de hacer parada en Benicàssim y demostrar que la cultura es segura? 

Sí, así es, pero tenemos que ser inteligentes y darnos cuenta de que esto todavía no se ha acabado. Yo me lo estoy tomando muy en serio y he vuelto a una vida muy comedida. Hago cosas con mi entorno familiar y algo de deporte al aire libre, pero el resto con mucha responsabilidad porque también mi trabajo depende de mí y ya he visto que algunas giras han parado por algún positivo en el equipo, por eso yo al mío les pido mucha precaución. Queremos que todo salga lo mejor posible y podamos seguir disfrutando de la música porque los conciertos son entornos seguros: al aire libre, con distancia y mascarilla todo el tiempo posible puesta.

¿Qué supone para usted volver a un escenario después de este mal sueño que se está viviendo? 

Estamos con ganas locas de disfrutar de un concierto como Dios manda porque, de momento, lo estamos disfrutando en parte. Se notan las ganas que tiene la gente de ponerse de pie, de bailar, de pegar un grito, darle un abrazo al de al lado... Ese tipo de cosas que se echan de menos, pero al final nos hemos acostumbrado a los cambios y esta nueva forma de ver los conciertos también.

¿Qué nos vamos a encontrar en su concierto de esta noche?

La verdad es que voy con todo el arsenal. Son todos los hits que he ido componiendo durante toda mi vida y las canciones que son las más divertidas, las que más llegan a la gente, las que más me gustan a mí también... El concierto mola un montón y van a cantar todos los temas, y el que no te sepas tanto es porque es muy de directo y para bailar. La gente sale muy contenta de los conciertos.

Habrá entonces que mantener la compostura para no arrancar a bailar y cumplir la normativa, ¿no?

Sí, así es y sé que la gente va a cumplir. Mira, he hablado con otros cantantes que han cambiado el repertorio durante sus conciertos y han apostado por temas más íntimos, pero yo no, yo estoy haciendo los temas más cañeros, los más divertidos, los más de cantar y los más animados.

Viene para celebrar sus 20 años en la música, ¿cómo ha cambiado en todo ese tiempo?

He cambiado muchísimo. He pasado de ser un chaval super tímido, escondido detrás de un montón de inseguridades y miedos y, de repente a los 18, empecé a sentir que la vida iba hacia otro lado y empecé a cambiar. He madurado aunque me siguen gustando algunas cosas más infantiles y me gusta que me gusten. Y, a nivel laboral, he aprendido una barbaridad de cosas en estos 20 años.

Empezó siendo el guitarrista de El Canto del Loco y compositor de los temas, luego el grupo se disolvió y se lanzó en solitario. Un paso muy importante.

Sí, muy importante, pero también muy comprometido conmigo mismo. Cuando acabas un proyecto como el de El Canto del Loco te planteas qué es lo que quieres y cómo dar el paso para tomar las riendas de otro en el que soy yo el que lleva la voz cantante y te entran mil dudas. Y lo haces y, once años después, aquí sigo remando hasta que llegue un gran éxito. 

Dice que no le ha llegado ese gran éxito, pero sí está teniendo presencia en el mercado y su trayectoria habla por sí sola.

Sí, eso sí. Soy muy constante y siempre estoy ahí, intentando siempre hacer las cosas bien y eso lo agradecen los medios, el público, los compañeros de profesión... Me siento muy feliz y me da para vivir, lo que pasa es que este mundillo es muy frágil y hay años que no te hace caso nadie y eso es duro. He pasado por momentos en los que no me escuchaba tanta gente o que no me ponían en la radio, que no era atractivo para el público, y también he pasado por eso y son enseñanzas.

Su último disco Otero y yo llega con versiones con otros artistas, ¿cómo surgió esa idea?

Hay algunas canciones que yo renegué de cantarlas en directo en mis conciertos. Creía que si en algún momento volvía El Canto del Loco esos temas debían estar guardados como un tesoro, pero no fue así y llegó un momento en el que pensé que eran canciones muy bonitas de mi vida que no cantaba y dije ‘¿y por qué no las voy a cantar?’, y ahí empecé a introducir algunas en los conciertos (Una foto en blanco y negro, Contigo...) y a la gente le encantaba.

Y seguro que la gente las cantaba con usted a grito pelado.

Sí, pero no te creas porque hay gente a la que le sentaba muy mal que levantara la bandera de que yo las había escrito y he recibido críticas, pero creo que ha sido clave para que eso fuera bien. Al fin y al cabo son canciones de la gente.

¿Le ha reconciliado con el pasado el volver a cantarlas?

Sí y, además, lo que hemos hecho con estas versiones es ponerlas en una dimensión positiva a todo lo que se hizo en su día y no le han restado nada sino que le han sumado porque la gente se ha vuelto a enamorar de los temas más antiguos, les han gustado las versiones nuevas... Y es lo que tenía en mente hacer: no renegar del pasado porque fue precioso lo que hicimos en aquel momento con El Canto del Loco