Qué es lo que ocurre? Hace unos pocos años un montón de equipos se habrían vuelto locos para fichar a Pantani. El italiano se ha ido a vivir a Grecia y en breve iniciará sus entrenamientos en España. Está claro que está desencantado con su país. Tiene dinero de los hipermercados Mercatone Uno (se habla de una cantidad de dos millones de euros) para animar a un copatrocinador que ayude a echar a andar a un nuevo equipo para el 2003. Pero el proyecto sigue cojo.

No es el único. Mario Cipollini, El Bello Mario, El Rey León, Supermario, da igual, es el actual campeón del mundo. Se ha pasado semanas negociando su futuro. Casi podríamos decir que ha reunido un montón de pequeñas empresas: Domina Vacances, Elitron y RDZ para formar a un equipo alrededor suyo. Pero aún no puede respirar tranquilo. Cipollini hereda parte de la estructura de su antigua formación, Acqua & Sabone. Pero este equipo, ya desaparecido, debe un montón de dinero a varios corredores. Y hasta que no paguen... a esperar.

ULLRICH, POR LOS PELOS

Otro que ha estado a punto de quedarse sin novia esta temporada es el alemás Jan Ullrich. El ganador del Tour de 1997 acaba de cumplir los 29 años y hasta ayer no tenía quien le quisiera. Es cierto que a Ullrich le perjudicó la sanción por dopaje que le impide correr hasta marzo. Es verdad que el suyo fue un positivo producto de una noche de farra. En verano tenía comprometido su futuro. En Telekom, por su año de lesión acompañado de juergas, no querían saber nada de él. Al final, el Team Coast que dirige el español Juan Fernández, cerró ayer el fichaje del considerado como el mejor rival del intratable e inalcanzable Armstrong.

Pero la lista del paro se va engordando. ¿Se acuerdan de Santi Blanco? Ganó una de las etapas reinas de la pasada Vuelta. En Banesto decidieron no renovarle y ahora su única esperanza es que la formación bancaria vuelva a abrirle las puertas.

¿Recuerdan a Jiménez? El 2002 ha sido su peor año. Problemas de alcohol y drogas le han apartado de la competición. Ahora ha decidido reconducir su vida. Suspira para que en Banesto vuelvan a confiar en él. Pero en este equipo están cargados de dudas, a pesar de que el Chava dice que correrá sin cobrar. Pero hay más. Si ellos pasan por problemas, peor lo tiene los llamados esforzados de la ruta.