La Liga de Campeones conoció ayer a su primer finalista. El Milán apeó a su vecino Inter gracias al mayor valor de los goles a domicilio en caso de empate. En el segundo choque disputado en San Siro, en el que el equipo de Cúper actuaba como local, el encuentro volvió a acabar en tablas, aunque, a diferencia de lo ocurrido en la ida, sí hubo goles. Shevchenko adelantó al Milán en el descuento de la primera mitad y ya en la recta final de la segunda, con un Inter volcado, Martins lograba el insuficiente 1-1.