El Villarreal ha demostrado que cuando tiene presión sabe resolver sacando toda su calidad, como así lo demuestran las dos últimas actuaciones, donde se ha deshecho de dos aspirantes a la ´Champions´.

Lógicamente, el partido quedó muy condicionado con las dos expulsiones, que fueron justas, especialmente la segunda. A partir de ahí, buena reacción de Benito Floro, puesto que sabía que había que tener paciencia y llegar por las bandas ante una doble línea de cuatro jugadores que tuvo que poner Lotina.

Durante los últimos minutos de la primera parte, los laterales amarillos estaban demasiado lejos de sus centrocampistas, permitiendo que los vigueses rompieran el ritmo de juego, puesto que buscaban más la falta que salir al contrataque.

En la segunda mitad, los dos tempraneros goles amarillos, el primero muy bien rematado por Guayre y el segundo confirmado por el gran pase de Farinós y la ejecución de calidad de Víctor, finiquitaron el partido. Tras ello, el Submarino jugó con mucha cabeza, abriendo bien a las bandas y provocando más de 20 remates a portería. El Villarreal supo jugar en superioridad numérica y los goles le evitaron las prisas.