El Odense danés fue un excelente sparring para un Villarreal en pleno periodo de rodaje. Y poco más. El partido de ayer sirvió a los amarillos para concluir su primera semana de preparación con un magnífico ensayo, a Pellegrini para ir plasmando sus ideas y, por supuesto, para perfilar el paso a la siguiente eliminatoria de la Intertoto.

La superioridad técnica entre el Villarreal y el Odense quedó patente en un partido que no tuvo otro color que el amarillo del Submarino. El 0-3 final sólo reflejó mínimamente las diferencias entre ambos conjuntos. Al Villarreal le bastó con mover el balón con sentido para suplir su falta de rodaje físico y no tuvo que sufrir mucho para derrotar a un voluntarioso pero limitado cuadro danés.

PRIMEROS DETALLES Al Villarreal le sonó el despertador de la competición muy pronto, siendo el equipo más madrugador del fútbol español. La Intertoto sorprendió a los amarillos casi con el pijama puesto y con sólo una semana de entrenamientos. Ni tan siquiera Pellegrini había dispuesto del tiempo necesario para conocer a sus jugadores.

Es pronto para extraer conclusiones, aunque el equipo dejó ver algunas pinceladas de lo que el nuevo técnico pretende. En el estilo de juego no ha variado sustancialmente y mantiene ese fútbol que le ha distinguido en estas últimas cuatro temporadas en Primera, caracterizado en el buen gusto por el fútbol.

Las diferencias del Villarreal de Pellegrini se basaban en la presencia de dos delanteros natos (José Mari y Anderson) y en una concepción a la argentina de la línea de cuatro centrocampistas. Los dos mediocentros, como el ténico chileno quiere, asumen la función de defender y de equilibrar al equipo con su recuperación de balones. Los teóricos medios de banda no son tales y disfrutan de libertad para atacar y crear juego sin las ataduras de ubicarse en un sitio específico.

La ocupación de las bandas, con irrupciones desde atrás, correspondía a los laterales. Armando S lo hizo con verticalidad en varias ocasiones. El Villarreal jugó como le convenía, es decir, a un ritmo más cansino, pero ejerciendo el control del balón y a medida que avanzaban los minutos sus prestaciones físicas mejoraban notablemente. Las mejores oportunidades de gol fueron amarillas, con aproximaciones de Anderson, Calleja, Battaglia y José Mari.

En la segunda parte, los goles de Anderson, Cazorla y Guayre plasmaron las grandes diferencias que existen entre el Villarreal, número 22 del mundo en la clasificación de clubs, y el Odense, que no figura ni entre los 200 primeros. Pellegrini debutó con triunfo y su equipo, aunque es pronto para juzgarle, dio buenas vibraciones.