Cuando se va a disputar la decimoquinta jornada de Liga, el Castellón se encuentra en un callejón sin apenas salida. Para cambiar el panorama deportivo, los albinegros se ven obligados, sin excusas, a lograr la victoria, y eso que el Osasuna B, fuera de su campo, sólo ha logrado tres empates y tres goles.

La situación del Castellón en la clasificación obliga a los jugadores de Javi López, ante el colista, a que cuando finalice el encuentro sólo haya un resultado en el marcador: un triunfo. Ni tan siquiera jugar mejor que el rival y no ganar sería suficiente discurso para convencer a una afición que, a pesar de que desde el propio club se ha asegurado plena confianza en el entrenador, espera soluciones en forma de refuerzos o dimisiones.

De todos modos, la semana no ha sido tan cruel como se esperaba, entre otras cosas porque desde el cuerpo técnico han desviado la actualidad y han acelerado el fichaje de Casablanca, señal inequívoca de que el equipo necesita revulsivos, entendiendo que la mala imagen que ofrece el conjunto hasta el momento, no tiene al entrenador como principal responsable.

RESPONSABILIZADO El técnico sí se responsabiliza de la vulgaridad que están ofreciendo sus muchachos y en la tarde de hoy --17.00 horas-- va a intentar conseguir los tres puntos con otro repertorio. Durante toda la semana la plantilla ha entrenado con las ideas claras en cuanto a los cambios que se van a producir en la alineación inicial. Soriano y Manu Busto se convierten en la solución para salir de la crisis; al margen de que regresan a la titularidad Orlando y Javi Sanchis.

El responsable técnico del Castellón apuesta por utilizar a sus futbolistas en sus puestos naturales --léase Soriano, Manu, Juli, por ejemplo-- y por el juego rápido y de toque de los delanteros.

El único inconveniente que se le ha presentado al entrenador albinegro para alinear su once particular para hoy se centra en los problemas físicos que ha arrastrado toda la semana el lateral Jorge Espeleta, que aunque ha entrado en la convocatoria, en todo caso cederá la banda derecha al hispano-guineano José Luis Rondo.

En circunstancias normales, el partido es sólo un compromiso más, un trámite, sin embargo, ni tan siquiera el hecho de que el Osasuna B todavía no sepa lo que es ganar fuera de su campo significa un alivio para dar por segura una victoria fácil.