No ganó el punto definitivo, pero sí el decisivo. Su victoria ante Andy Roddick dio media Davis a España y el mundo del tenis se ha rendido a sus pies. Rafael Nadal es desde el domingo el tenista más joven que ha ganado la competición tenística por selecciones más importante. Con sólo 18 años y 187 días (nació el 3-6-86), el manacorí ha superado todos los récords de precocidad, como ya está acostumbrado a hacer. A los 11 años ganó su primer campeonato de España. Exceptuando a Michael Chang (EEUU), es el jugador más joven que ha ingresado entre los 100 mejores tenistas del mundo, con 17 años, y con la misma edad llegó a la tercera ronda de Wimbledon, algo que sólo había logrado el alemán Boris Becker.

El viernes superó al número dos del mundo. Antes, sucumbieron otros... Nadal ha sido uno de los pocos (sólo seis jugadores) que ha conseguido derrotar este año al actual número uno, el suizo Roger Federer. "Fue un sueño cuando le vencí en Miami, porque es el mejor", recuerda.

Un sueño que este año se ha repetido con frecuencia, sobre en todo la Copa Davis, su torneo talismán, en el que debutó en la primera eliminatoria de este año, en Brno (República Checa). Ahí, lesionados Moy y Ferrero, debió disputar el último y decisivo partido ante Stepanek, y no falló. Tampoco lo hizo en las semifinales de Alicante cuando logró el 3-1 definitivo contra Clement. Y no decepcionó en Sevilla, cuando el trío de capitanes españoles le dio la responsabilidad de suplir otra vez a Ferrero.

GRACIAS A LA DAVIS De no haber sido por la Davis, el 2004 no habría sido un buen año para Nadal, ya que una fisura en el escafoides del pie izquierdo le apartó de las pistas durante tres meses y medio. Se perdió Roland Garros y Wimbledon, y descendió hasta el puesto 51° del ránking mundial, donde fue 30°.

Parece que Rafael Nadal, a quienes llaman biturbo por su forma eléctrica de jugar, está bien tutelado. Dirigirá bien todo el boom que se está originando a su alrededor. Lo único que le indigna de verdad es perder habiendo jugado mal.