Preocupado debe andar el Albacete y toda su gente ante la llegada del Villarreal, que ahora mismo pasa por ser uno de los equipos más en forma de la Liga. Y ciertamente tienen motivos para el temor, porque si los hombres de Pellegrini despliegan esta noche toda su capacidad creativa, el otrora Queso Mecánico va a tener muy complicado sacar algo positivo del duelo.

Y es que cuando un equipo tiene la moral por las nubes, como es el caso del amarillo después de sus tres victorias, poca oposición se le puede ofrecer. Eso lo sabe el equipo de Jose González, que lamenta que el choque contra el Submarino llegue ahora y no hace dos meses, cuando el Submarino estaba acuciado por todo tipo de desgracias.

En estos momentos, el Villarreal se ha aliado con la fortuna y puede contar, incluso, hasta con Marcos Senna, una vez cumplida su sanción por dopaje. El brasileño es un regalo de Navidad para Pellegrini que va a poder contar con un nuevo jugador donde más lo necesita, en la posición de mediocentro. Aunque lo más probable es que Josico ocupe esa demarcación en el once, si el manchego, que regresa a su casa, no puede actuar por sus problemas físicos, Senna estará listo para volver a los terrenos de juego y hacer lo que más le gusta: bregar en la medular.

LA INSPIRACIÓN DE GUAYRE El que seguro no faltará esta noche a la cita es Antonio Guayre. La eclosión del canario ha sido otra bendición para Pellegrini, que ve en él su primera baza para el ataque. Si el delantero sigue creciendo a esta velocidad se antoja difícil adivinar donde puede estar su techo (¿la selección?).

Junto al exjugador de Las Palmas, quien más opciones tiene de ser titular en la punta de lanza amarilla es el uruguayo Diego Forlán, que a base de goles se ha reivindicado y relegará a Figueroa al banquillo. El argentino, con problemas físicos en los isquiotibiales, puede ser suplente por primera vez desde su llegada al fútbol español.

Por lo demás, cabe reseñar la vuelta al equipo titular de Sorín y de Javi Venta, otro de los infalibles, tras cumplir su sanción.

Con todo estos mimbres, que no son pocos, el Villarreal quiere su primer triunfo en el Carlos Belmonte, su tercera victoria consecutiva en Liga e intentará seguir dándole caviar a la afición, que ahora mismo ve en el Submarino una máquina perfectamente engrasada y que difícilmente nadie puede frenar. Que continúe el espectáculo.