Con un sabor agridulce en el paladar. De esta forma regresaba, anoche, Manuel Pellegrini de A Coruña, puesto que, a su juicio, el Submarino debió volver con los tres puntos en el zurrón.

"Me voy con sensaciones encontradas, porque fuimos superiores durante todo el encuentro y tuvimos muchas ocasiones, aunque, al final, sólo nos llevamos un punto", explicó el preparador suramericano, que se acordaba de la oportunidad, prácticamente en el último suspiro, de Sorín. "El último ataque ha sido increíble, erramos un gol claro...", lamentó. "Si analizamos los 90 minutos, hicimos más méritos que ellos para haber ganado", indicó.

LA LECTURA Pese a todo, el Villarreal está más cerca de su ansiado sueño: clasificarse para la próxima Liga de Campeones.

"Seguimos en un puesto de Champions y queda una jornada menos. Hemos solventado un difícil partido a domicilio", indicó Pellegrini, que lanzó una afirmación tajante: "Ha sido uno de nuestros mejores partidos como visitantes".

El punto, pero, sobre todo, la propuesta futbolística, las ocasiones, la valentía y todo lo bueno que el Villarreal ofreció en Riazor, significan uan buena dosis de optimismo cara a la visita, el jueves, a Alkmaar, donde espera remontar el 1-2 del pasado jueves para acceder a las semifinales de la UEFA. "Veníamos de un traspiés y supimos levantarnos muy bien", señaló Pellegrini.

Ahora, el Villarreal aguarda con confianza el choque de vuelta ante el AZ que, paradójicamente, encajó el mismo resultado en Holanda con el que se presentó en El Madrigal: 4-2 en contra.