Dicen que si el cántaro va muchas veces a la fuente, acaba rompiéndose... Pues bien, en los últimos tres partidos, el cántaro del Villarreal se ha acercado 48 veces hacia la fuente del gol y no es que se haya roto, sino que casi siempre ha vuelto seco. Mientras, el de los contrarios ha rondado 26 veces su manantial y han acabado recogiendo agua la mayoría de veces, muchas veces sin merecerlo. De manera que, para refrescar la liga y recuperarnos de la resaca europea, lo mejor sería un buen atracón de agua fresca. Así que será necesario recoger toda el agua posible frente a un Betis sediento y con fama de buen aguador.