El último ascenso vivido por el Club Deportivo Castellón, fue en la campaña 1.988-89. Pero así como ahora, de producirse, como todos esperamos, sería a la división de plata del fútbol español, entonces fue a la división de oro.

La planificación de la temporada, pese al éxito final, no parecía la más apropiada para grandes cosas. El presidente era Domingo Tárrega, que tras no conseguir los servicios del yugoslavo Brizc, que había entrenado al Osasuna, y para lo que se desplazó a Belgrado el entonces gerente Antonio González, ni tampoco por diversas razones los de Joaquin Peiró y Paquito, al final y muy a última hora, se decidió por Luiche, que acababa de entrenar al Villarreal y que incluso tenía contrato firmado para esa temporada con el Eldense.

Sin embargo, el equipo comenzó a funcionar, realizando mejor la segunda vuelta que la primera, y asentándose en la seguridad y firmeza defensiva de los Emilio --hoy segundo entrenador --Alejandro, Bonhoff, Javi y Alfredo, el buen trabajo en el centro del campo de Escobar y Viñals, y fundamentalmente porque delante hubo un delantero, el madrileño Pepe Mel, hoy entrenador del Poli Ejido, que se convirtió en el máximo goleador con veinte tantos.

Por no hacer un desarrollo exhaustivo de la temporada, vamos a decirles que el equipo llegó a la penúltima jornada del campeonato con todas las posibilidades para conseguir el ascenso en ella. Pero el día antes jugaban Las Palmas-Rayo y esa misma mañana en el Bernabéu, el Castilla, que era el segundo equipo del Madrid y el Tenerife, partido que curiosamente dirigió el colegiado castellonense Granell Gil. Si los dos equipos visitantes no ganaban, el Castellón aún sin puntuar en Burgos ya ascendía, Pero como el Rayo ganó por 0-6 y el Tenerife por 1-2, el conjunto albinegro necesitaba al menos un punto para asegurarse el más que deseado ascenso.

El Castellón alineó esa tarde en el Plantío a los siguientes jugadores: Emilio, Alejandro, Bonhoff, Javi, Alfredo, Viñals, Escobar, José, Raúl, Mel y Puskas. El equipo por la necesidad de los puntos, jugó agarrotado pero al final se logró el objetivo del empate, que ya era suficiente para lograr el ascenso.

Cuando pitó el árbitro el final, se desbordó el entusiasmo entre jugadores, técnicos, dirigentes y aficionados, puesto que hasta tierras burgalesas se acercaron cientos de seguidores.

Al día siguiente, el 19 de junio de 1.989, la ciudad de Castellón y aquellas otras por las que atravesó la caravana albinegra festejaron el ascenso del equipo. Aunque lógicamente el plato fuerte tuvo por escenario la Plaza Mayor, completamente abarrotada de seguidores y con las primeras autoridades recibiendo a la expedición que, devolvía al club, a la máxima categoría del fútbol español.

Ahora, tenemos la oportunidad, quince años después, de volver a vivir un ascenso. Quince años supone que, al menos quienes tengan menos de veinte no tengan tan siquiera un recuerdo vivo de aquellas jornadas. En manos de la afición, de los jugadores y del entrenador está que la noche del 26 de junio del 2.005 sea otra noche mágica para el fútbol albinegro. Por lo menos, los más de 5.000 aficionados que el domingo se concentraron en la Plaza Mayor, son un más que buen augurio.

Todavía quedó por jugar la última jornada del campeonato con un Estadio Castalia completamente abarrotado que pudo contemplar una goleada al Castilla, nada menos que con un 6-0 con goles de Raúl, Escobar, Viñals, Cabrera y dos de Mel, en un auténtico encuentro de exhibición, con lo que el Castellón fue campeón con 51 puntos.