El Villarreal se prepara para sus dos partidos más importantes en competiciones europeas, los que pueden decidir su clasificación histórica para los octavos de final de la Liga de Campeones y plantarse entre los mejores 16 equipos del continente. Y casi todas las opciones pasan por sacar dos buenos resultados en su doble enfrentamiento ante el Benfica, el primero mañana, en el Madrigal, y el segundo el próximo 2 de noviembre, en el estadio Da Luz de Lisboa.

Un par de victorias en los dos compromisos inmediatos en la Champions sellaría, casi de manera definitiva, la clasificación amarilla. Un triunfo y un empate también dejaría expedito el camino del Submarino en la competición continental. En el primero de los casos, el Villarreal sacaría cinco puntos de ventaja al Benfica, su gran rival en el grupo; en el segundo supuesto, los de Pellegrini afrontarían los dos últimos encuentros de la fase de grupos --la visita a Old Trafford y en casa ante el Lille--, con dos puntos de ventaja ante los lisboetas y con todo en su mano para saldar con éxito el primer tramo del torneo.

EL ´TABLERO´ DE PELLEGRINI El técnico amarillo comenzó ayer a planear el jaque mate al Benfica. De la disponibilidad y posicionamiento de las figuras dependerá el éxito. Así, la buena noticia será el regreso de Riquelme, el rey del equipo y sobre el que girarán todas las piezas del Submarino. Superados los problemas musculares con los que regresó de su periplo suramericano, el Mago está listo para asumir la responsabilidad de liderar al equipo. Su descanso el pasado sábado le permitirá estar al cien por cien de sus cualidades físicas y mentales para diseñar las jugadas maestras.

La segunda pieza más importante de Pellegrini será Forlán. El Villarreal necesita que el uruguayo recupere toda su versatilidad sobre el campo, y eso incluye el gol, que se le resiste en estos primeros compases de la temporada. Como Riquelme, Forlán afronta el encuentro tras el descanso en la última jornada de Liga.

PROBLEMAS EN LOS ´PEONES´ Si Pellegrini se asegura disponer de todo su poder atacante con Román y Forlán, los problemas le pueden llegar desde las piezas encargadas de hacer el trabajo sucio. Marcos Senna y Josico no pudieron trabajar ayer con el resto de sus compañeros, renqueantes tras el encuentro en Mendizorroza. El brasileño, con unos problemas musculares en la pierna derecha, y el manchego, con un esguince, son las únicas "dudas", según el doctor Albors.

El resto del tablero estará bien cubierto. Las torres, Gonzalo y Arzo, garantizan la seguridad en el centro de la defensa, que se completará con Arruabarrena --fijo--, Venta o Kromkamp; los caballos Sorín y Cazorla están preparados para darle polivalencia a la medular; y el alfil José Mari amenazará al Benfica de Koeman con sus peligrosas diagonales.