Ayer Zamora era la viva imagen de la felicidad. Su golazo desde casi 25 metros puso en pie a todo el Carlos Belmonte --inundado de seguidores albinegros-- y entre ellos estaban unas personas muy especiales para el jugador murciano: su madre, sus abuelos y sus primos, que se desplazaron desde Murcia para verle.

Así que no pudo elegir un momento mejor para marcar su tercer gol con la camiseta albinegra. Lo celebró con Pepe Moré, pero después se fue directo al sector de la grada en el que estaban sus familiares. "Se lo he dedicado a ellos para agradecerles que hayan hecho el esfuerzo de venir hasta aquí para verme".

DONDE PONE EL OJO... Zamora certificó ayer una cosa que se ve día a día en los entrenamientos: que es un jugador con un control del balón exquisito, sino no se entiende como se fue por la banda y anotó de perfecto disparo que entró pegado al poste de Sanzol, justo por dónde él quería que fuera el esférico. "He tenido la oportunidad de subir por la banda, quería tirar y ha salido bien", así explicaba su tanto.

Parece que los defensas del Castellón le están cogiendo gusto a anotar auténticos golazos. Zamora se acerca a los registros de Aurelio. Ayer marcó su tercer gol de la temporada. El primero, lo consiguió en el Castellón-Elche de la primera vuelta; el segundo en el Castellón-Eibar; y ayer hico el triplete, también desde la distancia. "La temporada pasada ya hice cinco goles", reconocía el murciano, aunque dice que "nunca había conseguido anotar un chicharro así".

La mala noticia para Zamora es que no podrá estar el domingo ante el N stic, ya que ayer vio la quinta amarilla y deberá cumplir ciclo de amonestaciones. Pedro Hernández se perfila como su sustituto en el lateral diestro.