El deseo del Villarreal de incorporar un delantero antes del 31 de enero no responde a un capricho, más bien a una necesidad avalada por los números. La estadística no engaña y refleja contundentemente que los registros goleadores del Submarino en la primera vuelta del campeonato son los peores en Primera División si se toma como referencia el ecuador del campeonato. Los 18 goles logrados hasta el momento por el equipo amarillo constituyen el balance rematador más deficiente de las ocho temporadas en la Liga de las Estrellas, una cifra muy baja si se compara con los 25 tantos del año pasado o los 28 conseguidos durante la campaña en la que se logró la clasificación para la Liga de Campeones.

La discreta primera vuelta de la temporada en curso también queda dibujada en otros datos muy concluyentes de la irregular Liga de los amarillos como los goles recibidos (24), solo superados por los 27 del debut en Primera o los 32 de la temporada 02-03.

15 puntos en casa

Por otra parte, El Madrigal no ha sido el estadio inexpugnable de otras temporadas. Ante su propia afición, el Villarreal ha dejado escapar la mitad de los puntos en disputa (15) y ante rivales teóricamente asequibles (Recreativo, Espanyol, Levante y Osasuna), mientras que lejos de Vila-real se lograron 11 puntos de los 27 en juego.

Lejos queda la aureola de fortín que acompañó a El Madrigal en campañas anteriores. Incluso, la larga racha de imbatibilidad del estadio del Villarreal en competición europea, tanto en UEFA y Champions. La actual primera vuelta ha sido la peor de los últimos cuatro años y también de la etapa de Manuel Pellegrini. Los 26 puntos sumados este año distan de los 31 de la campaña anterior o de los 28 del ejercicio 04-05 cuando se acabó en tercer lugar en la clasificación.

De seguir en el actual ritmo competitivo, el Villarreal lograría una puntuación que le situaría en una zona cómoda de la clasificación, pero lejana de los puestos que otorgan derecho a disputar una competición europea, el objetivo inicial de Fernando Roig.