El Madrid recibió un serio aviso en Sevilla de lo que puede ser su futuro en la Liga. Con el Barcelona a cinco puntos, el equipo de Bernd Schuster vuelve a generar muchas dudas sobre su juego y, especialmente, en la defensa, en un momento en el que la temporada recupera toda su exigencia con la Champions. Nada de eso ha pasado desapercibido para el técnico blanco, que señaló a los jugadores para justificar el cambio de actitud tras los primeros 20 minutos en el Ruiz de Lopera.

"Pregunten a los que estaban en el campo". Así explicaba Schuster por qué sus jugadores mostraron la peor cara tras haber controlado el encuentro durante el inicio del partido. El entrenador alemán puso el dedo en la llaga al apuntar que su equipo se relajó demasiado "porque nos vimos muy superiores".

La respuesta no se hizo esperar. Raúl tomó la palabra para dar una versión muy diferente a la de su entrenador. "No creo que se pueda hablar de relajación. En ningún momento lo hemos visto fácil", dijo el capitán blanco.

El caso es que el Madrid ha pasado del convencimiento de que la Liga estaba en el bolsillo a encender la alarma tras la segunda derrota consecutiva fuera de casa, algo que no sucedía desde la temporada 2004-2005. A los blancos no les bastó la experiencia en Almería y repitieron los mismos errores ante el Real Betis.

OLVIDAR EL TRASPIÉ La plantilla intenta ahora olvidar el nuevo traspié liguero y centrarse en el choque de mañana en el Olímpico ante el Roma. Para esa importante cita, Schuster recupera a Heinze. El jugador argentino ha estado un mes de baja por una rotura en el bíceps femoral de la pierna izquierda. El que no viajará a la capital italiana es Marcelo, con una contusión en el cuádriceps. El lateral brasileño cuajó un pésimo partido ante el Betis. Falló en los dos goles y apenas se le vio subir por la banda. Además, el brasileño Robinho tampoco jugará ante los italianos por una microrrotura en la fascia de músculo recto abdominal.