Pocas veces el último segundo de un partido ha resultado tan rentable. De hecho, el Benicarló Onda Urbana, con el gol marcado por Isco a falta de un segundo y dos décimas para la conclusión del partido disputado el pasado sábado en el municipal contra el Caja Segovia, consiguió, además de los tres puntos en litigio, ascender, de golpe, tres puestos en la tabla --ahora es 8°-- y volverse a meter, de paso, en la zona que da opción a la lucha por el título.

Y es que los resultados de los encuentros en los que intervenían equipos con las mismas aspiraciones que los caduferos fueron propicios, con tres empates y las derrotas de Móstoles 2008 y MRA Navarra.

Además, si el gol de Isco fue decisivo, no lo fue menos el hat trick de Deives, que, por fin, consiguió cuajar una extraordinaria actuación ante su público. El joven jugador brasileño, que poco a poco le va cogiendo el aire a la competición, no cabía en sí de gozo al finalizar el enfrentamiento, ya que a los tres goles conseguidos hay que sumarle la asistencia del último, al sacar de forma magistral el córner que remató al fondo de las mallas Isco.

Deives, a la chita callando, está ya a un solo gol de meterse en el top ten de los máximos goleadores de una Liga que cada jornada que pasa, lejos de clarificarse, se complica más y más, como lo demuestra el que actualmente del cuarto clasificado, el Carnicer Torrejón, al undécimo, el Playas de Castellón, tan solo haya tres puntos de diferencia. Por la parte baja de la tabla, las dos plazas de descenso tienen tres opositores: el Gestesa Guadalajara, el DKV Zaragoza y el Leis Pontevedra. De estos tres conjuntos, solo uno continuará, salvo sorpresa, en División de Honor la próxima campaña.

Con todo, las perspectivas para el Benicarló Onda Urbana no pueden ser más halagüeñas. Jugará cuatro de los siete partidos que restan en la competición como local y cinco de los siete rivales pendientes figuran, en la actualidad, por detrás de los benicarlandos en la tabla.

Y todo, gracias a un gol en el último suspiro que ha devuelto la ilusión a la plantilla y a una afición que después de estar más de dos meses sin ver ganar a su equipo, vuelve a ver el futuro con optimismo y vuelve a soñar con reeditar el gran final de campaña realizado la campaña pasada.