Los jugadores de la selección española tuvieron libre la mayor parte del jueves. Aunque todos trataron de desconectar con sus amigos, familiares... seguro que todos, en su cabeza, esbozaban el plan para ganar a Italia el domingo. Lo cual, de paso que acaba con el gafe --no ganan a los transalpinos, en partido oficial, desde los JJOO de Amberes 1920--, metería a la Roja en semifinales, a apenas 180 minutos de la gloria.

No es casualidad que haya quien reclame a Cazorla. Con dos equipos que se conocen a la perfección --hace solo cuatro meses que se vieron las caras en Elche, en un amistoso que decantó Villa--, muchos ven al futbolista del Villarreal como el arma secreta. Por ahora, puede presumir de ser el único de los 23 de Luis Aragonés, junto a Iniesta, con minutos en todos y cada uno de los encuentros de la fase de grupos.

A PUNTO Así que está absolutamente preparado para la que él considera como "una final". La primera. "Será un partido muy complicado --dice sobre el intento de vendetta--. Jugamos con una campeona del mundo y de todo, pero estamos con confianza y con ganas", añade. "Lo afrontaremos como una final que es", añade.

"Estoy jugando más de lo que esperaba", reconoce el amarillo. Y eso que una artritis postraumática del pie izquierdo y una molestias estomacales, fruto de una leve gripe, le han privado de disponer de más minutos, incluso.

"Cuando estás en un equipo, siempre esperas jugar, pero yo lo estoy haciendo mucho, he tenido minutos en todos los partidos...", desarrolla. "Seguiré trabajando igual o más", promete.

El miércoles, de hecho, estuvo junto a los Casillas, Torres, Xavi, sus compañeros Senna y Capdevila... aunque fuera viendo desde fuera la victoria sobre Grecia. "Sí, me sentí algo extraño estar sentado en el banquillo con todos los titulares", comenta también.

UN NUEVO ESTATUS Ha pasado de ser el último de la lista --Luis Aragonés le llamó debido a la renuncia del barcelonista Bojan Krkic--, a convertirse en la primera rotación del seleccionador. Seguro que no se ha arrepentido. De hecho, ha declarado públicamente que Cazorla "está un punto por encima de lo que esperaba".

De su anonimato, a ser uno de los más aclamados por los miles de aficionados españoles. "Es importante que la gente reconozca nuestro trabajo y nos anime desde todos los lados", refleja.

El estatus del asturiano, incluso, ha cambiado para el resto de los seleccionados. "Me encuentro muy a gusto y tengo la confianza de mis compañeros", asevera. "Hay un buen ambiente, y eso se nota luego en el campo", rubrica.

Con él, Senna y Capdevila, España es más roja y amarilla. "Eso es mérito del club y de la temporada que hemos hecho, Luis seguro que se ha fijado en eso", sostiene. Con ellos, "el día 22, Italia dice adiós", como reza el nuevo grito de guerra de la hinchada.