De verdad que son los más risueños del paddock esta temporada. Siempre alegres, radiantes. Las cosas les van fenomenal y, con su experiencia, poco les afectan críticas y menosprecios. Jenson Button y Rubens Barrichello son dos de los pilotos más crucificados por la prensa y los fans. Ellos, que habían sido señalados desde muy jóvenes en Inglaterra y Brasil como futuros campeones, han sido objeto de mucha mofa por sus resultados.

Así que ahora que mandan en el Mundial, que se disputan el triunfo en cada carrera, que son, de verdad, en serio, los favoritos al título, les resbala que Flavio Briatore afirme que la F-1 ha perdido credibilidad porque "un parado y un jubilado lideran la clasificación". Entre risas, el piloto inglés contestó que el italiano "debería recordar" que le "ofreció el segundo Renault para pilotarlo esta temporada". Y el brasileño sabe cuál es el origen del menosprecio: "¿Dice que soy un jubilado? Lo que le pasa a Briatore es que no sabe perder".

Los dos Brawn dominaron ayer los libres del GP de China --solo el Williams de Rosberg se coló entre ambos-- y tienen casi todas las papeletas para copar la primera línea de la parrilla. Nunca Button había liderado el Mundial, nunca Barrichello pilotó un coche competitivo con libertad. Briatore no les amarga la fiesta. "Hay gente que prefiere bajar la cabeza y ponerse a trabajar. Otros no saben perder y, en mi opinión, Briatore forma parte del segundo grupo", explicó Barrichello.

Rubinho repitió otra vez las bondades del Brawn GP no se limitan a un difusor. "Si cogiéramos el difusor trasero de mi coche y lo colocáramos en el Renault, no se solventarían sus problemas" insistía Barrichello. "El difusor es una parte de nuestro coche, pero no la única". Lo que le sucede a Briatore es que "está rabioso porque Renault no tiene un coche tan competitivo".

LÍO CON EL KERS Fernando Alonso finalizó ayer en el puesto 19° la segunda sesión libre (noveno en la primera). Le desmontaron el KERS para rebajar el peso y durante la mañana intentaron colocar los 40 kilos de lastre en el lugar idóneo, además de probar un alerón delantero nuevo a la espera de montar hoy un nuevo conjunto fondo plano-difusor. "Aunque estamos en la parte baja en tiempos, no creo que debamos estar preocupados", apuntó Alonso. Por ello, dejó claro que será hoy "en la tercera sesión de libres", cuando preparen su monoplaza para la calificación: "Creo que podemos ser optimistas para el resto del fin de semana"

El pronóstico es difícil porque depende de lo que incorporen los demás equipos hoy y mañana, ya que el paddock de Shanghái parecía ayer una oficina de correos. No paraban de llegar cajas con las piezas nuevas para todos los equipos. Algunos como McLaren, ya probaron ayer el nuevo fondo plano y difusor sin grandes mejoras (Hamilton fue 13° en la segunda manga). Otros, como Ferrari, se limitaron a quitar el KERS ("el coche es mucho más lento", se quejó Massa; "no se nota nada", le contradijo Raikkonen) o incorporarlo por primera vez como Robert Kubica (17°).

MONTMELÓ, LA CLAVE No dejan de ser apaños. Los verdaderos coches nuevos se verán a partir del GP de España. Montmeló será escenario del inicio de un nuevo campeonato. O eso dicen. En las fábricas trabajan a tres turnos para acortar el tiempo de evolución. Se inyecta más y más dinero, para que, por ejemplo, el nuevo R29 vea la luz en Montmeló o incluso para que lo haga el nuevo Ferrari, que ya tiene nombre: F60B. Pero, en China, lo que más reluce es la sonrisa de Button.