Cuando entre en servicio la futura variante, el nuevo bulevar de la N-340 contará con zonas verdes, calzadas laterales y carril bici a su paso por el término municipal de Vinaròs, aprovechando la carretera. Así lo ha explicado el concejal de Urbanismo de Vinaròs, Javier Balada, quien ha anunciado que el Ayuntamiento y la Dirección General de Carreteras ya han consensuado las características de esta actuación, en la que el consistorio aportó mejoras al proyecto y mostró su contrariedad por la decisión del Bloc de pedir la reducción de viales paralelos.

El equipo de gobierno quiere que el paseo se extienda desde la partida de Aiguaoliva, en la parte que linda con Benicarló, hasta la zona turística norte. Con ello ocuparía gran parte del trayecto de la actual N-340, que dejará de ser carretera nacional en todo el tramo que atraviesa la ciudad.

Entre las previsiones, se mantendrá un vial central en doble sentido y uno paralelo en cada lado que permita un fácil acceso a las viviendas y empresas de la zona. Además, entre el vial principal y los laterales habrá una zona verde, un carril bici y varias zonas de aparcamiento.

La conversión de la carretera N-340 en un vial urbano también condiciona el futuro nuevo acceso a la zona comercial de Carrefour. Inicialmente se optaba por la construcción de un paso subterráneo, pero realizada la variante habrá una lógica disminución del tráfico, por lo que podría solucionarse con la construcción de una rotonda.