El Espanyol volvió a ganar lejos de su estadio nueve meses después. Ayer revivió esa dulce sensación en Madrid frente a un Rayo que sigue sin saber lo que es ganar en casa. Un triunfo convincente de un equipo que tuvo rigor táctico, que miró siempre hacia adelante y que supo controlar el choque sin ningún problema. H