El ya exentrenador del Submarino se tomó la destitución como caballerosidad, responsabilidad y, evidentemente, resignación. Tras 13 años en el club y consciente de que el equipo no funcionaba ni reaccionaba, Juan Carlos Garrido tenía claro que la eliminación copera era su final como técnico amarillo.

Sincero, entero y concreto, el valenciano explicó que fue el propio Fernando Roig el que le comunicó la destitución nada más acabar el partido, un despido que Garrido admitió que “esperaba” y que lo “entiende”.

“El presidente se me ha acercado y me ha comunicado la destitución. Le he dado la mano y le he dicho que lo entiendo”, explicó. Además, Garrido se mostró resignado: “Lo asumo perfectamente, porque el equipo ha sido desastroso y vergonzoso y es impresentable la forma como hemos caído”.

Cuestionado por si pensaba que los futbolistas no habían puesto todo de su parte, aseguró que “no creo que los jugadores hayan forzado mi marcha, les he visto muy tocados y creo que no ha sido así”, sentenció.

Garrido fue clarividente: “Acepto mi destitución, ya que el técnico es siempre el principal culpable. Este ha sido desde el principio un año muy complicado y lo hemos pagado a lo largo de todo el ejercicio, con contratiempos como lesiones y demás”.

AGRADECIDO AL CLUB // Y no se marchó sin agradecer al Villarreal y a su presidente haberle dado la oportunidad de entrenar. “Me voy feliz por todo lo que me ha dado el Villarreal, por que ha sido mi casa durante trece años y aquí he podido aprender mucho y formarme en este equipo. No ha sido una sorpresa que esto acabara así, es algo que se veía venir por como estaban las cosas”, finalizó Garrido. H