La goleada al Muro (5-1) también tuvo su cara oscura. Adrián Lois primero y Jesús López después tuvieron que pedir el cambio, lo cual no hace sino sumarse a los problemas en forma de lesiones con los que el Castellón comparecía al partido del domingo. Es, ahora mismo, la principal amenaza para los albinegros.
El primero, que ya llegaba bastante justo al duelo contra los alicantinos, sufre una elongación en la parte posterior del muslo derecho que, cuanto menos, le hace ser duda cara al Castellón-Gandia del domingo (17.30 horas). El que no repetirá titularidad, será Jesús López, baja entre tres y cuatro semanas por una rotura fibrilar en el isquiotibial de la pierna derecha. Héctor Pino, que se cayó a última hora de la citación del domingo (dejó su puesto a Enric Barreda), está a la espera de conocer el resultado de la resonancia magnética por un problema en el tobillo, al parecer por un esguince.
Además, hay que tener en cuenta que Albert Juste todavía no está en condiciones de jugar. La semana pasada, el de Rubí aún trabajaba al margen del grupo, poniendo énfasis en ganar musculatura y fuerza en los ligamentos de su articulación dañada (rodilla izquierda), a las órdenes del fisioterapeuta Raúl Larios, a raíz del grave percance padecido el 15 de abril.
Guille Herrero también sale de una lesión muscular que le mantiene sin jugar desde finales de octubre. Más preocupante es lo de Dani Galán, con molestias en el pubis, una dolencia que suele tardar en remitir. Le pararon tras la derrota en Torrevieja y, desde entonces, el valenciano ha estado ausente en los cinco encuentros más recientes, sin que, hasta la semana pasada, se hubiera reintegrado al grupo.
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