El Betis de Pepe Mel es un equipo camaleónico, con un variado repertorio táctico dada la versatilidad de sus hombres. El técnico es un optimizador de recursos y, manteniendo una filosofía, elige opciones distintas para cada partido. Está a gusto con el fútbol vertical, pero sabe alternarlo con posesiones de calidad. Mezcla vértigo y pausa, juego directo o salida aseada, amplitud y tránsito interior. También tiene variedad en lo defensivo: presión alta o repliegue en campo propio.

Hasta ahora, Mel ha utilizado un equipo base, mermado por los problemas físicos de Verdú y Rubén Castro. Prioriza el 4-2-3-1, alternado con el 4-4-2. Sara es un buen portero, rápido de reacción, ágil en las estiradas laterales y casi un líbero, ya que sus compañeros se apoyan en su buen juego de pies. En los laterales, Chica es constante en la marca y Nacho (duda por una contusión en el cuádriceps) tiene más calidad, pero no ofrecen un gran impacto ofensivo. Cierran mucho con respecto a dos centrales casi inaccesibles por alto: Paulao y Amaya. Aquél, lento, se maneja mejor en espacios cortos; éste, intimidador y agresivo, va bien al cruce. Una línea defensiva de posicionamiento alto, achicando espacios. Con balón, se complican poco.

UN ‘NUEVO’ MATILLA // En la medular, Xavi Torres está siempre por detrás del balón. Un medio ordenado tácticamente, buen complemento para Matilla, primer canalizador y que, a su calidad, ha añadido un espíritu combativo desconocido en él. En las alas, Juanfran exhibe potencia y conducción en la derecha, así como un gran golpeo. En la izquierda, Vadillo es velocidad y talento: encara, con salida por el interior y el exterior. Ambos ayudan a sus laterales. Otra opción es la de Cedric, veloz y explosivo.

El Betis tiene mejor juego combinativo en campo rival. Ahí aparece Salva Sevilla para mostrar su buen juego asociativo, último pase y precisión, tanto a balón parado como en movimiento. También se adapta al 4-4-2, partiendo desde la izquierda. Verdú aportará imaginación y, tal vez, más goles. De perfil diferente es Nosa, resistente, con un notable radio de acción, pero que, escorado, ofrece menos prestaciones. El exponente ofensivo es Jorge Molina, un 9 que da apoyos y genera espacios. Tiene gol, aunque a veces falla lo mas sencillo.

En los últimos años, el Betis ha destacado a la contra. Sus partidos ha sido de vértigo, pero ahora parece más asentado defensivamente. En el ataque posicional participa mucho Sara con su juego directo (seguro que tiene que ver el pésimo estado del césped del Villamarín). El Betis, en lo defensivo, va arriba a tapar la salida rival. Es una presión posicional, no agresiva, destinada a incomodar a la primera línea de recepción rival. Luego, en el repliegue, manifiesta una buena organización cerrando los pasillos interiores.

Con todo, el Betis dio síntomas de cansancio en Bilbao, por lo que es seguro que Mel tirará de rotaciones frente al Villarreal. H