Fernando Roig se vio obligado a hacer acto de presencia en la sala de prensa una vez finalizado el partido para valorar los graves incidentes acaecidos anoche en el Madrigal. “No es habitual que comparezca tras un partido, pero lo hago para decir que el Villarreal lamenta y condena lo que ha ocurrido. Ha sido una persona la que ha cometido un acto vandálico que no se puede calificar, y se están llevando a cabo todas las investigaciones para identificar al culpable. Ha sido alguien que desde una salida del estadio ha lanzado un bote y, rápidamente, se ha escapado corriendo”, explicaba el presidente de la entidad amarilla, visiblemente afectado por un hecho que puede afectar muy negativamente al Villarreal, en forma de sanción.

ACTO PLANEADO // “Gracias a Dios no ha habido que lamentar ninguna desgracia, pero debemos condenar este tipo de actos que, por supuesto, no representan a lo que es la afición del Villarreal. Estoy completamente convencido de que ha sido alguien que ha venido a propósito al estadio simplemente para hacer daño al Villarreal”, condenaba Fernando Roig, que quería pedir disculpas por todos los inconvenientes --se trataba de un humo altamente tóxico-- “a todos los afectados”. “Todos hemos sufrido los efectos de este acto inexplicable, incluso la afición. Estaba todo planeado y es algo condenable”.

El máximo responsable de la entidad amarilla apuntó que la situación de cierto caos tras la propagación del humo tóxico estaba ya “completamente normalizada” pocos minutos después de finalizar el encuentro ante el Celta. “Solo puedo dar las gracias a la Policía Nacional y a todos los que han colaborado para que la evacuación del estadio fuese ejemplar”, concluyó. H