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TERCERA DIVISIÓN 3 CD CASTELLÓN

El vestuario albinegro, de 10

Los ‘orelluts’, rodeados de problemas, ya suman una decena de jornadas sin conocer la derrota

El vestuario albinegro, de 10

La trayectoria del Castellón en los últimos años es siempre la misma. Guille Vázquez, único que ha vivido las seis temporadas consecutivas en Tercera División, puede dar buena fe de ello. Se trata de una larga travesía, jalonada de todo tipo de obstáculos, muchos de ellos extrafutbolísticos. Esta campaña no es una excepción, pero lo que sí es nuevo es que los albinegros, pese a las tres derrotas consecutivas a principios de septiembre, nunca ha llegado a descolgarse. Ahí está, varias semanas lleva ya merodeando los play-off, ajeno a todo el ruido de su alrededor.

De puertas para adentro, es realmente singular la situación del entrenador. Frank Castelló vive al día, a pesar de que ha conseguido blindar el vestuario. Diez jornadas sin perder (seis victorias y cuatro empates), pero parece jugarse el bigote cada domingo, por las desavenencias con David Cruz. El bocairentí es un superviviente nato: a esa racha ya ajena de derrotas, al debilitamiento de la plantilla tras la marcha de jugadores, a las cortapisas para el desempeño de su función de la mano de Susana Fernández (sí, el Castellón es un equipo sin médico, pero con coach)...

En medio de una marejada continua, los albinegros han enderezado el rumbo y no pierden desde hace más de dos meses. Para más inri, desde la única victoria del Segorbe en su estreno en la categoría (14 de septiembre).

En ese espacio de tiempo, los albinegros han evolucionado. Como equipo sobre el terreno de juego y como colectivo fuera de él. Nadie sabe si esta plantilla será la que afrontará los muchos meses de competición que restan, pero, desde luego, los jugadores, la mayoría de ellos veinteañeros (y justitos), están comportándose con ejemplaridad. Como entendiendo que, en la medida de lo posible, ellos son los únicos que pueden arrojar algo de luz, manteniendo viva la llama de la promoción de ascenso, accesibles si muestran la fortaleza y solidaridad de las últimas semanas. El punto rescatado a última hora en Crevillente (gol en el descuento) les refuerza desde el punto de vista más moral que clasificatorio. No solo por sumar una semana más sin perder, sino porque si no se rinden, tendrán sus opciones.

Llegarán hasta donde llegarán, pero lo cierto es que la magullada afición se siente representada por un vestuario. Un vestuario de 10 que lucha denodadamente porque esta temporada no se hable solamente la de los juicios, la ampliación de capital... H

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