Combate nulo en Castalia (0-0), en el que los albinegros se llevaron los golpes, aunque resistieron ante el Sant Andreu para mantener sus opciones. El próximo domingo (19.00 horas), el Narcís Sala dictará sentencia en una eliminatoria entre dos grandes que, en el primer asalto, priorizaron no encajar a marcar.

El Castellón jugó con cabeza. No encajó mal el resultado inicial, una vez fue perdiendo a Kike Ferreres, Cubillas y Juanjo con el paso de los minutos. El conjunto catalán demostró que es un equipazo, pero según se desarrolló la tarde, la sensación es que dejó pasar una buena oportunidad de decantar, aunque mínimamente, el cara a cara, tras un encuentro disputado a cara de perro.

Escobar minimizó los cambios. Enrique dejó su sitio a Arturo como acompañante de Dealbert y el regreso de Cristian Herrera le llevó a prescindir de Javi Rubio. El Sant Andreu no echó de menos a Alcover, uno de sus mejores exponentes. No tuvieron que transcurrir ni tres minutos para darse cuenta de que no tenía nada que ver con el Tropezón. Inmune al ambientazo, monopolizó la pelota de salida, haciéndola jugar, incluso, dentro de su área.

El nivel de dificultad, en siete días, se había multiplicado. El Castellón, puede que sorprendido por el aplomo visitante, estaba, si no a merced de su oponente, sí viéndose claramente superado, incapaz de aproximarse al área catalana, persiguiendo el balón en todas las zonas del campo, en una situación inusual en Castalia. Lo mejor es que esa superioridad no derivó en acciones de verdadero peligro ante Zagalá.

PRIMER AVISO // Un cañonazo lejano de Cristian Herrera, en el minuto 16, rompió con el monólogo inicial. Un minuto después, Segovia se la sacó a Juanjo. El consecuente córner fue cabeceado por Castells. Buena respuesta para cambiar la decoración del partido. La réplica, de Noguera, aunque no pasó a mayores.

El encuentro ya no tenía la fluidez del principio. Un topetazo entre Noguera y Cubillas, que acabaron conmocionados y ensangrentados, interrumpió el primer periodo durante un tiempo precioso. Los dos volvieron, pero con esos vendajes del fútbol de otras épocas. El reingreso del 9, que tardó más en volver, fue celebrado como si hubiese marcado un gol, aunque no ya en la plenitud de sus facultades.

Otro percance de Kike Ferreres acabó de desbaratar el último cuarto de hora. El Sant Andreu aprovechó que el lateral burrianense estaba tieso, mientras Javi Rubio calentaba, para probar a Zagalá. Castalia respiró con el descanso, porque los quatribarrats se vinieron arriba, sacando tajada de las heridas de los locales.

TURNO PARA NUHA // El pronunciado calentamiento de Nuha, con el resto de sus compañeros en la caseta, reflejaba que Cubillas no terminaba de estar bien. Escobar se veía obligado a gastar dos cambios en el ecuador del partido. Al hispano-gambiano se le trajo para esto, para que el Castellón tuviera un recambio de garantías, de David o Cristian, en los play-off. Los albinegros adoptaron un 4-2-3-1, con Rubio de mediapunta y el gerundense a la izquierda.

El arranque del segundo acto fue calcado al primero, con el balón para el Sant Andreu y un Castellón preocupado por no destaparse. En una tarde tan parca en ocasiones, cada córner era recibido casi como un maná caído del cielo. Porque el fútbol se había ausentado, con un torrente de choques, golpetazos… que dejaban heridos en cada acción, la mayoría de las veces albinegros.

conformismo visitante // La cuestión es que el Sant Andreu tampoco explotaba este cúmulo de adversidades, pese a los sustos de Guerrero y Josu. Juanjo, también tocado, dejó su sitio a Enrique. Las lesiones, los problemas físicos, las heridas… hipotecaron todos los movimientos de Escobar.

El recién incorporado Alberto tuvo la má clara de los catalanes, en un tres para dos, concedido por Abraham, pero se adornó demasiado. Zagalá, otra vez seguro, se quitó de encima una falta directa de David López. En esa vorágine, el Sant Andreu sacó a Elhadji, un jugador con un físico impresionante. ¡Qué largo se le estaba haciendo el partido al Castellón! El 0-0 era un tesoro, aunque hubo un penalti no señalado sobre Cristian Herrera.

Tocó jugar con cabeza, pensando en el partido de vuelta, donde vale una victoria o cualquier empate para pasar de ronda.