La relación futbolística entre Teruel y Castellón es sorprendente, basada en las buenas relaciones más que en la rivalidad (solamente se han enfrentado en la temporada 2010/2011, la del descenso administrativo a Tercera de los albinegros) y en el histórico trasvase de jugadores sobre todo de Castalia al campo Pinilla. No obstante, los rojillos han encontrado otras vías para competir en Segunda B (su tope, en la que cumple su octavo ejercicio), con garantías.

A principios del verano, el Teruel firmaba, poco después de volver a la categoría de bronce, un convenio de colaboración, que no de filialidad, con el Huesca, a su vez sorprendente debutante en Primera División. La entidad azulgrana ha cedido, por ahora, a tres jugadores (el portero Antonio Valera, el centrocampista Alberto Leira y el extremo Gabi Lorente), cifra que se incrementará en el mercado de invierno. Rubén Gracia, más conocido como Cani, exfutbolista de Villarreal, es el nexo de unión entre los dos clubs aragoneses que tratan de disputar la supremacía autonómica al todopoderoso Zaragoza, que ha echado raíces en Segunda A. De hecho, en diversas categorías inferiores, Teruel y Huesca se enfrentan entre sí ya que, oficialmente, el Almudévar es el filial de facto de los azulgrana.

Teruel tiene unas limitaciones, como se encarga de defender, desde hace años, esa reivindicación de que existe. El equipo de fútbol es singular porque entrena durante la semana en Villanueva de Gállego, en las cercanías de Zaragoza, debido a que la mayoría de sus futbolista son de los alrededores o de Huesca.

Sin embargo, es un modelo exitoso. A diferencia del Castellón, el Teruel ha apostado por jugadores con proyección (los dos porteros, por ejemplo, solo tienen 20 años). Y, claro, han parido un equipo atrevido, como viene de demostrar en el Rico Pérez, donde no le impresionó ni la racha del Hércules (había ganado sus primeros cuatro encuentros), ni los 9.000 espectadores. La afición del Castellón ya se fue gratamente sorprendida en el amistoso de hace algo más de un mes, en el que los rojillos exhibieron un fútbol combinativo en la presentación en Castalia, saldada triunfalmente gracias al gol de Máyor.

La conexión Castalia-Pinilla

Resulta sorprendente la cantidad de jugadores en la historia del Castellón que, con posterioridad, han brillado en el Teruel: Poldi Sorribes, Vicente Simón, José Luis Roqueta, Pepe García, Héctor Cruceta, Rafa Madueño, Julio Marcelino… En los últimos tiempos, la conexión se ha resentido y ha funcionado al revés, como Lolo González, que se salió en la ciudad maña, pero que pasó con más pena que gloria en sus dos etapas en el Castellón (fue, incluso, sancionado por dopaje).