Cinco jornadas, ninguna victoria, un entrenador destituido y una afición decepcionada. El Castellón despide septiembre con el contador de victorias aún a cero en una temporada en la que, impulsado por el regreso a Segunda B y la inyección económica de su máximo accionista, debía colocarse en el trampolín de regreso al fútbol profesional. Sin embargo, acude este domingo (17.00 horas) a Teruel con una misión mucho más terrenal. Juega en el campo Pinilla con la misión de lograr su primer triunfo, catárquico, para empezar a escribir, desde un punto y aparte, ya no con los renglones torcidos.

Aún bajo los efectos del desastre de su estreno contra el Ebro, apenas maquillado porque no se perdió (lo que hubiera enviado al Castellón a las profundidades de la clasificación), Gutiérrez se ha puesto manos a la obra para revertir la situación. Por ver el vaso medio lleno, pues que todavía queda más del 80% de la competición. Eso y el margen de mejora, física y espiritual, de un grupo de futbolistas con el currículo repleto de unos méritos que, aquí, apenas si han sacado a relucir.

El partido disputado hace mes y medio en Castalia, en la puesta de largo de los albinegros en Castalia, resuelta exitosamente gracias al gol de un Máyor que regresa después de una lesión muscular, no debe servir de excesiva referencia, más allá de conocer un poco a sus integrantes y el fútbol estético (y efectivo, a tenor de los resultados) del Teruel.

LAS SOLUCIONES // Un equipo también recién ascendido que, consciente de sus limitaciones, ha sabido adaptarse: se ha arrimado al Huesca (le cede jugadores) y, por cuestiones logísticas y económicas, entrena en Zaragoza. Un rival atrevido y descarado, con mucha gente de veintipocos, que viene de frenar en seco al Hércules en el Rico Pérez para instalarse en la parte alta de la clasificación, algo inimaginable teniendo en cuenta, además, que ha contado con ausencias significativas.

También, aunque menos, las ha tenido el Castellón. Recupera a Máyor, aunque el que cae es Oliinyk: el ucraniano será, esta vez, el que está unas tres semanas sin jugar por un percance muscular (la otra baja es la del portero Jesús López, aún inédito).

Está por ver si Guti da un voto de confianza al bloque con el que debutó. Obligado a cambiar de lateral derecho (Rubén García regresa), las incógnitas se centran en si introduce a Delgado en el eje de la retaguardia; el hombre que acompañará a Gálvez en el doble pivote (Castells tiene muchos números); si mete a Acevedo o Kilian por Muguruza en la banda derecha; y si siente a Cubillas para dar el 9 a Máyor.