Pau Vidal Molina (València, 1-1-2002) posee un talento especial que es innegable. El jugador valenciano del Villarreal CF, con tan solo 18 años, es un verdadero referente dentro de la Cantera Grogueta. Además de ser el máximo goleador de la División de Honor, forma parte de la nutrida representación de canteranos que compaginan el sueño de ser futbolistas profesionales con sus estudios universitarios.

De València y de Aín, pueblo de Castellón en el que pasa la mayoría de los fines de semana y todos los veranos, el jovencísimo delantero inició su andadura deportiva en las filas del Atlético del Turia. Allí jugó toda la etapa de fútbol 8 y aprovechó para compartir afición con algunos de sus amigos del colegio, pero pronto aterrizó en Vila-real. Concretamente, en la temporada 2016/17 Pau se unió a la disciplina del fútbol base del equipo amarillo en la categoría cadete.

Delantero habilidoso, poderoso físicamente, polivalente dado su buen manejo del balón con ambas piernas y goleador, esta es la quinta campaña que afronta el joven atacante en el Submarino, la primera con el Juvenil A de División de Honor, y asegura haber vivido inmejorables momentos vistiendo la elástica amarilla: «Posiblemente, el partido ante el Barça cuando era Cadete A esté entre los mejores recuerdos, ya que me hizo mucha ilusión y lo considero el mejor equipo al que me he enfrentado». Desde entonces y, hasta hace dos semanas, fueron muchos los días acumulados en bicicleta, su fiel compañera en el trayecto desde su casa hasta la Ciudad Deportiva del Villarreal, que han propiciado que en la mente del canterano no haya obstáculos.

FÚTBOL Y ESTUDIOS

Estudiante de 1º de Derecho en la Universitat Jaume I de Castelló, Pau es sabedor de que hay vida más allá del fútbol. «Me considero una persona bastante sencilla, responsable y madura. Mi pasión gira en torno a un balón, pero soy consciente de la importancia de mi formación como estudiante y la clave está en organizarse adecuadamente para poder compaginar ambas funciones. En mi día a día, dedico muchas horas al fútbol, por eso, en mi tiempo libre o en mis días de descanso intento sacar el mayor provecho para focalizarme, exclusivamente, en hacer apuntes y estudiar», destaca. Su humildad y sensatez, dentro y fuera del campo, le han llevado a ser una de las mayores promesas de la Cantera Grogueta. El delantero amarillo ya brilla en el cuadro groguet tras convertirse en una de las referencias en ataque del Juvenil A del Villarreal, registrando cinco goles en las tres jornadas disputadas hasta la fecha.

«El hat-trick ante el Alboraya UD me hace especial ilusión. Lo que siempre intento transmitir es que soy el responsable de finalizar la jugada, anotar y aprovechar las máximas oportunidades posibles. Estoy trabajando muy bien y el esfuerzo lo veo recompensado en forma de goles», recalca el atacante valenciano del Villarreal.

Con la cabeza bien amueblada y los pies en el suelo, el futuro es suyo. El joven delantero amarillo, además de dar un paso adelante en la faceta goleadora, demuestra tener galones de capitán. «Siempre intento transmitir a mis compañeros que no tengan presión, sino mucha ambición de prolongar el buen rendimiento y de poder pelear por estar lo más arriba posible», asevera.

En esta temporada tan atípica el proyecto de Pere Martí continúa con su escalada y ya es líder del Grupo 7B de División de Honor. «Somos un grupo sólido, compacto y muy unido. Venimos de hacer una pretemporada larga que nos ha permitido asentar muchos conocimientos que el cuerpo técnico nos ha transmitido. Además, algunos jugadores nos conocemos de años anteriores y este hecho luego lo trasladamos al campo para sumar todos los puntos posibles», concluye.