Lo dicen los que saben: en el Football Manager hay que tener siempre un defensa que pueda jugar de central y de lateral en ambas bandas. El llamado comodín defensivo es una de las piezas más valiosas del balompié, por los problemas tácticos que resuelve, y el Castellón dispone de uno de ellos esta temporada. Se trata de Iago Indias, invisible para Óscar Cano e imprescindible para Juan Carlos Garrido. Con el técnico valenciano ha sido titular siempre y ha competido en todas las posiciones de la zaga. Apunta al once también de cara al viernes, donde se reencontrará con el Espanyol. En la cantera perica se formó durante diez años.

«He jugado y entrenado con muchos de ellos y son buena gente, pero dentro del campo no hay amigos», advierte Indias, una institución en la cantera del Espanyol, donde llegó en edad cadete y se convirtió en el segundo futbolista de la historia con más partidos en el filial. «Son futbolistas de mucha calidad y desborde, que juegan muy rápido», añade. La receta para plantar cara al gigante de la categoría pasa por «insistir en la línea que venimos mostrando». Esto es, «esforzarnos al límite, competir al máximo y ser un equipo incómodo». El triplete de mandamientos de Garrido.

Beneficiado

Iago Indias ha sido uno de los grandes beneficiados con el cambio de mando en el banquillo. No debutó en Liga con el Castellón hasta la jornada 17. Con Óscar Cano apenas sumó cuatro partidos, pero con Garrido ha sido titular siempre, nueve de nueve. «No fueron unos meses fáciles porque toda la vida había jugado mucho siempre, pero el equipo venía de una dinámica de un ascenso muy merecido y Óscar tenía una confianza lógica en ese bloque, así que me costó al principio», admite. 

"Para plantar cara al Espanyol debemos esforzarnos al límite, competir al máximo y ser un equipo incómodo"

Iago Indias - Futbolista del CD Castellón

La situación del gallego ha virado de la mano del rumbo del equipo. «Estamos en el mejor momento de la temporada, compitiendo bien y con una confianza muy buena, y hemos encontrado la base para conseguir el objetivo», explica. Iago, que admite estar más cómodo de central que de lateral, ha encandilado a Garrido con unos atributos siempre bien recibidos por la grada de Castalia. «La fuerza, la entrega y la pasión por este deporte son para mí principios básicos», dice. Una manera de ser y de competir que la afición solo puede apreciar a distancia, por la pandemia del coronavirus.

«Es una lástima porque de visitante lo he sufrido», bromea. Indias recuerda su última visita a Castalia con el filial del Espanyol, donde el Álvaro Campos paró un penalti y en la jugada siguiente el Castellón ganó el partido. «Eso te lo hace ganar la gente», asegura Iago, echando en falta un ambiente que espera disfrutar en el futuro. Con contrato hasta el 2022, «incluso cuando no jugaba no me arrepentí de venir porque sabía que había acertado. El Castellón estaba tapado pero su sitio es el fútbol profesional. Ojalá lo podamos salvar, es nuestra responsabilidad». 

FAMILIA DE FUTBOLISTAS

Iago Indias Fernández (03-01-1996) nació en Vigo porque su padre Alejo jugaba en el Celta y creció en Elche porque su padre fichó por el conjunto ilicitano. Así es a menudo la vida del hijo del futbolista, y así fue la de Iago, cuya familia se instaló después en Cataluña, de donde es su madre. Su padre, con más de 500 partidos entre Barcelona B, Figueres, Celta y Elche, dirige una escuela de fútbol en Sant Andreu de la Barca. Iago comenzó a jugar allí como mediocentro y mediapunta, hasta que llegó al Espanyol en edad cadete y fue retrasando su posición en el campo. En la cantera perica estuvo una década, hasta que se incorporó al Castellón durante este verano.