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OPINIÓN

La opinión de José Luis Lizarraga | Cosas de entrenadores del Villarreal y Castellón

Unai Emery y Sergi Escobar. Mediterráneo

No sé lo que pasará por la cabeza de Unai Emery, ni por la de Sergi Escobar. No ha sido un buen fin de semana para ambos. Es evidente que las distancias en lo deportivo son muy grandes, pero también lo es que se pueden extrapolar situaciones, porque al fin y a la postre esto es simplemente fútbol. Un deporte en el que juegan once, dependes de decisiones arbitrales erróneas, del acierto de un jugador que falle un despeje o manda a las nubes un balón, que por un centímetro arriba, abajo, derecha o izquierda te condena al fracaso o te lleva a la gloria. Es cierto que no soy amante de echar entrenadores con la temporada en marcha y que es una decisión que funciona en pocas ocasiones y también pienso que se le da excesiva importancia, en los éxitos y en los fracasos, al técnico, cuando todo depende de once jugadores. Y luego está el rival al que siempre olvidamos.

Por orden cronológico. El CD Castellón volvió a dejar escapar una ocasión de oro frente a un rival que puso el autobús delante de su portería. Vaya por delante que no me gustó para nada el juego ofensivo de los albinegros, otra cosa es que el Alcoyano no hiciera que Álvaro Campos se despeinara prácticamente. Todos los cañones apunta a Sergi Escobar. Por supuesto que tiene responsabilidad, pero recuerdo que la igualdad en la mediocridad de este grupo es tal, que el Castellón es quinto y está en puestos de promoción, con todos los errores cometidos. Escobar acabará la temporada en el banquillo pase lo que pase. No habrá cambio de técnico, por lo menos con la liga en marcha. Y me parece desmesurado el ensañamiento contra su figura, errores, que los ha cometido, al margen. El calendario no es fácil para los albinegros con partidos contra el Nàstic, Albacete, Linares, Algeciras, At. Baleares, Villarreal B, Barça B y Cornellà. Precisamente en esa dificultad se cimienta mi esperanza. Es la hora de jugadores como Pablo Hernández, otro de los que también está en el ojo del huracán. Pablo sabía que arriesgaba viniendo al Castellón y Escobar también que tener a un jugador como él era una patata caliente. Todos sabemos que el banquillo de Castalia tiene una presión añadida, similar a la de un Primera, pero también todos sabemos que este club necesita calma, mimos y mucho apoyo. Quedan ocho jornadas y el Castellón está en la pomada. 

Emery pasó un mal trago ante el Levante. No me gustó la imagen del Villarreal ante el colista. Pero Emery jugó sus bazas a ganador, porque hizo lo que tenía que hacer, apostar por el mejor equipo posible que él consideraba. Luego los jugadores no dieron la talla y algunos pasaron como alma en pena por el Ciutat de València. No sé si la Champions pesa mucho en el subconsciente, pero donde se lo juegan todo es en la Liga. El partido contra el Bayern es el de la ilusión, pero hay que tener los pies en el suelo, aunque estoy seguro de que el Villarreal se lo pondrá crudo a los alemanes. Hay plantilla para ser mucho más que séptimos en Liga y estar tan lejos de Europa. Emery ha cometido errores y debe saber que haciendo siempre lo mismo, es difícil que las cosas cambien. Las derrotas en Elche, Pamplona, Cádiz y Valencia duelen mucho. Algo tendrá que variar porque está al mando de un Ferrari que ahora no va a la velocidad que su motor puede dar. Y el propio técnico es el primero que lo sabe. Pero vi a demasiados jugadores muy por debajo de su nivel. Y la plantilla es de 25, que en muchos casos pueden aportar savia nueva al Villarreal. Ahora, disfrutemos de la noche mágica del miércoles. Todos los días no se juegan unos cuartos de la Champions.

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