El Deportivo Táchira de Venezuela, equipo entrenado por el técnico castellonense Álex Pallarés, protagonizó la gran sorpresa de la Copa Sudamericana (equivalente a la Europa League en Europa) al eliminar al Santos brasileño, en su propio campo, en los octavos de final. Fue un partido muy sufrido y se decidió en los lanzamientos desde el punto de penalti tras el 1-1 inicial (2-4). Y gran parte de culpa del éxito la tiene el guardameta Cristopher Varela. 

El triunfo del conjunto venezolano de Pallarés deparó, horas después, que el Santos anunciara la destitución de su entrenador, Fabián Bustos, así como de los miembros de su cuerpo técnico. Independiente del Valle o Lanús serán los rivales de los venezolanos en cuartos de final. 

El conjunto de Pallarés llegó a la Copa Sudamericana después de ser tercero en la fase de grupos de la Libertadores. Un sorteo nada esperanzador porque en octavos les iba a tocar, posiblemente, el todopoderoso Santos, que además tendría la ventaja de jugar el segundo partido como local. 

El preparador castellonense comentó tras el partido que «a pesar de haber quedado igualados a un gol en el duelo de ida, todos los pronósticos estaban a favor de los brasileños. Era toda una utopía que el humilde cuadro venezolano soñara con la clasificación». «Para sorpresa de muchos, antes de la media hora Uribe abrió la cuenta para nosotros tras un brillante contragolpe que culminó con un rebote que por fortuna se metió en el pórtico local», agregó.  

Fue a principio de año, concretamente en enero, cuando le llegó la oferta para hacerse cargo del Deportivo Táchira, tras la destitución a finales de diciembre de 2021 de su anterior entrenador, Juan Domingo Tolisano, con quien la pasada campaña se proclamó campeón de liga, a parte de lograr el billete para disputar esta Copa Sudamericana. 

Pallarés no llegó solo ya que se llevó al preparador físico Sergio Mañas y a Iván Medall (ambos con pasado albinegro), quien ejerce de asistente técnico y responsable de la cantera