La cotización de la moneda única encadenó ayer otros tres récords consecutivos, al borde de los 1,35 dólares, ignorando los mensajes de preocupación transmitidos el día anterior por el Eurogrupo (ministros de Finanzas de la zona euro y el BCE). El euro alcanzó ayer los 1,3471 dólares, si bien, al final de la jornada, retrocedió a los 1,3423 dólares. El BCE fijó su cambio en 1,3456.

Los analistas especulaban ayer sobre una posible rebaja en la calificación triple A (máxima solvencia) de los bonos del Gobierno de EEUU. Esta posibilidad desató una racha de ventas de dólares que contribuyó a calentar la cotización del euro. La noticia de que el BCE sopesó la semana pasada la posibilidad de subir los tipos de interés añadió más leña al fuego.

El ministro español de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, consideró ayer, en Bruselas, que la UE dispone de una serie de elementos que puede emplear si se mantiene al alza la cotización del euro.