El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, anunció ayer un referendo en otoño para introducir cambios en el sistema político y administrativo, en un intento de templar el descontento en la calle. Papandreu calificó ayer en el parlamento estos cambios como "necesarios para terminar con las raíces de los problemas que trajeron la crisis a Grecia". La reforma prevista tiene como objetivo corregir la corrupción, la evasión de impuestos, la fuga de capitales y los privilegios de los diputados y altos funcionarios.