A partir del 1 de enero, los portugueses tendrán que pagar hasta 50 euros por acudir de urgencia a un hospital. Ese será el precio si se precisan análisis clínicos. Si no es así, el precio medio será de 20 euros (hasta ahora 9,60 euros). Un radical encarecimiento de los servicios sanitarios es la última medida de ajuste adoptada por el Gobierno luso para cumplir las exigencias del FMI, la UE y el BCE. La consulta del médico de familia costará 5 euros; la del especialista, 7,5 euros; la de enfermería, 4 y la visita a domicilio, 10 euros.