El Banco Central Europeo (BCE) supervisará el nuevo proceso de saneamiento de la banca española, la valoración independiente de los activos inmobiliarios en manos de las entidades financieras y la puesta en marcha de las compañías encargadas de gestionar dichos activos inmobiliarios que crearán los bancos para segregar el ladrillo que lastra de forma determinante sus balances, según anunció ayer el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, al concluir la reunión del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) celebrada en Bruselas. Esta es la primera vez que el BCE se implica directamente en la supervisión del sector bancario de un país de la eurozona no intervenido, incrementa la tutela europea de facto que existe sobre España y confirma la desconfianza europea a la gestión realizada hasta ahora por el Banco de España.

La participación directa del Banco Central Europeo en este nuevo intento del Gobierno de Mariano Rajoy de resolver la persistente crisis del sector financiero español se produce a iniciativa de la propia autoridad monetaria, según reconoció Guindos.

El titular de Economía explicó que el BCE "mostró interés" en participar en el proceso y que el Ejecutivo del PP no dudó en aceptar para dar "más credibilidad" a la reforma financiera en marcha. "La realidad es mucho mejor que la percepción" que existe sobre la banca española, aseguró Guindos, que descartó que las valoraciones puedan conducir a nuevas "sorpresas" desagradables, como ocurrió hace escasos días con Bankia.

TRANSPARENCIA El Banco Central Europeo también asesorará en "la constitución de las compañías de gestión de los activos inmobiliarios" que puedan segregarse de los bancos, precisó Guindos. "El BCE considera que puede cooperar en este proceso de valoraciones a través de su conocimiento especializado. Va a estar apoyando continuamente los esfuerzos realizados por el Gobierno en el proceso de clarificación y saneamiento de la banca española", subrayó el ministro. "El conocimiento del Banco Central Europeo es vital y creemos que puede ser muy útil a efectos de tener una imagen absolutamente clara, fiel y transparente de la situación de solvencia de las entidades", destacó.

Las dos firmas independientes que valorarán los activos de la banca serán extranjeras y no tendrán ninguna relación con las entidades españolas ni con sus firmas auditoras. El coste de la valoración será sufragado por el Gobierno, detalló el titular de Economía. Se tratará de un proceso de gran complejidad, porque la cartera de préstamos de las entidades financieras españolas asciende a más de tres billones de euros, es decir, el 300% del producto interior bruto (PIB) español, destacó Guindos, pero a renglón seguido expresó su confianza en disponer de unas primeras valoraciones provisionales "en el plazo de dos meses".

'NO' AL FONDO DE RESCATE El ministro aprovechó la ocasión para volver a rechazar la idea de que España necesitará recurrir al fondo europeo de rescate para recapitalizar a la banca e insistió en que "nadie" en el Eurogrupo había hecho esa petición. El titular de Economía omitió referirse a que, tras la reunión, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, anunció que se había instado a España "a tomar todas las medidas necesarias para crear reservas creíbles para el caso de que fueran necesarias" para recapitalizar la banca.

Guindos reiteró que la prima de riesgo de la deuda pública española es "totalmente inaceptable", porque España ha hecho sus deberes --los ajustes y las reformas solicitados-- y reclamó de nuevo una respuesta conjunta y coordinada de los países de la eurozona para atajar la más que delicada situación, pero eludió precisar qué pedía exactamente. Es decir, si se refería a la reactivación de programa de compra de deuda pública por parte del Banco Central Europeo.