Los 20 principales bancos europeos, entre los que se encuentran Santander y BBVA, registran el 26% de sus beneficios en paraísos fiscales, un porcentaje nada acorde con la actividad económica real que desarrollan en dichas jurisdicciones, según pone de manifiesto un informe de Oxfam Intermón y la Fair Finance Guide International. El estudio, titulado Bancos en el exilio, sugiere que tal discrepancia se debe a que algunas entidades financieras utilizan paraísos fiscales para evitar el pago de los impuestos que les corresponden, para facilitar a sus clientes la elusión de estos o sortear ciertas regulaciones o requisitos legales.

Los bancos se defienden argumentando que la lista de paraísos fiscales que utiliza Oxfam es diferente de los estándares fijados por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). En este sentido, fuentes de las entidades españolas incluidas en la lista sostienen que operan en países que la organización económica internacional no considera paraísos fiscales. Oxfam incluye en el listado estados como Irlanda, Luxemburgo y los Países Bajos, que no figuran en la relación de la OCDE y en cuyo territorio tienen actividad diferentes bancos de la Unión Europea.

Según el informe, Luxemburgo e Irlanda son los paraísos fiscales preferidos: concentran el 29% de los beneficios que los bancos obtuvieron en esos territorios en el 2015. Ese mismo año, las 20 principales entidades bancarias europeas obtuvieron un beneficio de 4.900 millones de euros en el pequeño paraíso fiscal de Luxemburgo, más de lo que obtuvieron en el Reino Unido, Suecia y Alemania juntos.

El informe es consecuencia de la nueva normativa de transparencia de la Unión Europea que exige a los bancos europeos que publiquen información sobre sus beneficios y los impuestos que pagan en cada uno de los países en los que operan.

El estudio concluye que los paraísos fiscales representan el 26% de los beneficios obtenidos por los 20 principales bancos europeos (en torno a 25.000 millones de euros), pero solo el 12% de su facturación y el 7% de su personal.

Miguel Alba, responsable de sector privado de Oxfam Intermón señala que «la nueva normativa de transparencia permite hacernos una pequeña idea de la ingeniería fiscal de los principales bancos europeos, y el panorama no es agradable. Los gobiernos deben cambiar las normativas para evitar que los bancos y otras grandes empresas utilicen los paraísos fiscales para evadir y eludir el pago de impuestos o para ayudar a sus clientes a hacerlo».

MÁS LUCRATIVOS / De media, las empresas subsidiarias ubicadas en paraísos fiscales resultan el doble de lucrativas para los bancos que las ubicadas en otros lugares. Por cada 100 euros de actividad, los bancos obtienen un rendimiento de 42 euros en los paraísos fiscales, en comparación con los 19 euros que obtienen de media en otras ubicaciones.

En el 2015, los bancos europeos obtuvieron al menos 628 millones de euros en beneficios en paraísos fiscales en los que no contaban con ningún empleado o empleada. Por ejemplo, el banco francés BNP Paribas obtuvo un beneficio de 134 millones de euros libres de impuestos en las islas Caimán, donde carecen de personal.

Un paraíso fiscal es un territorio o Estado que se caracteriza por aplicar un régimen tributario especialmente favorable a los ciudadanos y empresas no residentes que se domicilien a efectos legales en el mismo. Típicamente, estas ventajas consisten en una exención total o una reducción muy significativa en el pago de los principales impuestos y también incluye el denominado secreto bancario.