«El mayor riesgo para la zona euro es la debilidad de la economía». El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, destacó ayer que los últimos datos disponibles «indican un debilitamiento más prolongado de la economía de la zona del euro». En la rueda de prensa que sigue al Consejo de Gobierno del BCE, último que preside antes de ceder el cargo a Christine Lagarde, Draghi afirmó que persisten «importantes riesgos a la baja» para el crecimiento y que las presiones inflacionistas son débiles.

«Esta desaceleración en el crecimiento refleja principalmente la actual debilidad del comercio internacional en un entorno de persistentes incertidumbres mundiales, que continúan afectando al sector manufacturero de la zona del euro y están frenando el crecimiento de la inversión», expuso el presidente saliente, cuyo argumente sirvió de base para justificar por qué el banco central ha decidido mantener sin variación los tipos de interés aplicables a las operaciones principales de financiación, de facilidad marginal de crédito y de facilidad de depósito e iniciar en noviembre el programa de compra de activos por 20.000 millones mensuales.

El comunicado oficial que resume la reunión de política monetaria destacó que espera que los tipos de interés continuarán en los niveles actuales, o inferiores, hasta que observen una convergencia sólida de las perspectivas de inflación hasta un nivel suficientemente próximo, aunque inferior, al 2%.

SIN CONSEJOS / En la reunión de ayer estuvo presente la nueva presidenta del organismo, pero, según explicó Draghi, no tomó parte en las discusiones del día. «No necesita consejos. Sabe qué tiene que hacer y tiene un largo camino por delante», respondió Draghi a los periodistas que le preguntaron sobre qué consejo le daba a su sucesora para desempeñar el cargo. Pese a que no hubo consejos, sí que dejó recado: «Mi legado es no rendirme nunca», dijo.